"Las cosas están yendo mal para el tomate. Ahora hay que esperar hasta principios de agosto para la segunda tanda de cosecha. No creo que vaya a ganar dinero, pero espero al menos poder cubrir los gastos",dice Daniele Brunelli, un productor de tomates de la provincia italiana de Verona. "En las últimas semanas, en mi opinión, casi ha habido el doble de producción de lo que se necesitaba, y los motivos son dos. En primer lugar, el consumo horeca ha caído por la emergencia sanitaria".
Daniele Brunelli en una foto de archivo
"El segundo factor radica en la mayor producción de este año. La campaña 2019 ha ido bastante bien, por lo que muchos productores han plantado más. Además, la tendencia meteorológica ha permitido un buen cuajado, el cual, junto a los volúmenes importados desde el extranjero, ha causado un excedente de producto".
Según el productor, en los últimos días hubo quienes tuvieron que tirar producto. "Las cosas tampoco están yendo bien para el resto de hortalizas de fruto: calabacines a 10 céntimos, berenjenas a 35... Así no se puede trabajar. Durante el confinamiento, a los productores de hortalizas les ha ido bien, como a los productores de tomates del sur de Italia. Pero ahora todo ha cambiado".
En los últimos días, el Corazón de Buey se pagó a 80 céntimos, pero anteriormente había caído a 50 céntimos. Son cifras insatisfactorias. "En 15 días empiezo a cosechar los tomates de los trasplantes de junio, y realmente espero que la situación mejore", concluye Brunelli.