Los productores continúan recolectando aguacate Hass en Málaga en fechas bastante inusuales, ya que la cosecha debería haber terminado ya hace semanas. Mientras tanto, los volúmenes de Perú continúan creciendo en sus llegadas a los mercados internacionales, que pronto dominarán.
“Todavía queda por recolectar alrededor de un 15% de la cosecha en Málaga”, cuenta Sigfrido Molina, gerente de Sigfrido Fruit. “A partir de enero, muchos han esperado a recolectar hasta que el precio remontase, como solía ocurrir siempre, aunque este año no ha sucedido ni sucederá, por primera vez en quince años”, añade.
De acuerdo con el productor y comercializador, la cosecha de este año ha sido un 50% más elevada respecto al año pasado y la media de precios ha descendido en torno a los 40 céntimos por kilo en el campo. “Gran parte de los agricultores se han resistido a cosechar a ese precio. Los agricultores que han aguantado la fruta más de la cuenta tendrán menos cosecha en los próximos años, porque los árboles se resienten. Además, hay que recordar que, en un cultivo vecero como el aguacate, esta cosecha ha sido on y la próxima será off, por lo que, muy probablemente, la producción será mucho menor”.
Por otra parte, desde hace varias semanas, continúan incrementándose las llegadas de aguacate de Perú a la UE, cuya cifra supera ya los 300 contenedores semanales. “Todavía nos queda por delante alrededor de un mes de campaña con Hass y Lamb Hass, en el que competiremos duramente con el aguacate peruano, que aunque es más barato y marcará los precios, todavía está llegando con una materia seca demasiado justa y, por tanto, no madura como debería”.
Este año, la media de precios del aguacate malagueño ha oscilado entre 1,90 y 2,00 euros el kilo. Si bien es cierto que los precios han bajado esta campaña y los costes de producción han aumentado significativamente, Sigfrido afirma que “el aguacate continúa siendo un producto ‘top’ y de alta rentabilidad respecto a otros cultivos. Es un producto como tocado por una varita mágica, gracias a su alta demanda, que no para de crecer. Seguiremos asumiendo gran parte de la subida de los costes e intentaremos proteger siempre a nuestros agricultores”.
Si bien la oferta ha estado todos estos años por debajo de la demanda, este es el primer año en el que se empieza a ver un mayor equilibrio, debido al aumento de la producción en diversos países como Marruecos, Portugal, Brasil, Perú, Kenia, Colombia… “Eso no significa que el precio vaya a bajar en los próximos años, ya que aún queda mucho margen para que el consumo crezca. Solo con que el consumo per cápita aumente a 500 g anuales en China, no tendríamos suficiente aguacate en el mundo para satisfacer tal demanda”, señala Sigfrido Molina.
Mayor preocupación hay en el sector del subtropical malagueño acerca de la disponibilidad de agua que permita la subsistencia de este cultivo en los años venideros. “Tenemos un déficit hídrico importante en la zona productora de la Axarquía, algo que se ha acentuado con la sequía que sufrimos en este último año. Y es que, de septiembre a marzo de este año no ha llovido prácticamente nada y los embalses y los acuíferos están bastante secos. Hay agricultores que llevan desde diciembre sin agua y han cortado parte de los árboles para que tengan menos necesidad de agua. Si las administraciones públicas –que llevan más de 20 años hablando de posibles soluciones– no actúan pronto, pagaremos muy caro el coste de un cambio climático evidente”.
“Nos gustaría crecer con aguacates mexicanos en los meses de otoño”
La empresa malagueña comercializa aguacate y mangos durante todo el año, gracias a la importación de distintos países. “Cubrimos nuestro suministro durante todo el año con varios orígenes, aunque nos gustaría crecer con aguacates mexicanos en los meses de otoño. Estamos en la búsqueda de varios partners productores en México con los que poder abastecernos de fruta premium”.
Sigfrido Fruit está experimentando un crecimiento anual del 20% en volúmenes comercializados, por lo que volverá a ampliar la capacidad de su central de envasado. “Llevamos dos campañas en las que nos falta espacio, por lo que estamos inmersos en el proyecto de ampliación de nuestras instalaciones, gracias a que nuestra cartera de clientes no para de crecer, siendo ellos los que nos buscan, tanto en nuestras oficinas como en las ferias internacionales en las que participamos. Además, hemos diversificado los canales de venta y ahora estamos cada vez más orientados a la gran distribución”, afirma Sigfrido Molina.
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