Las previsiones iniciales apuntaban a una cosecha tardía de cerezas dado el retraso en la floración, pero las altas temperaturas durante la primavera han hecho que finalmente se adelante en el Valle del Jerte, que este año viene con más volúmenes.
"Llevamos ya una semana recolectando las cerezas más tempranas, aunque hasta ahora con volúmenes limitados. Las altas temperaturas están haciendo que el ritmo de cosecha vaya más acelerado de lo habitual. Va todo muy rápido”, manifiesta Mónica Tierno, directora general de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte. “A mediados de la semana que viene empezaremos a recolectar variedades con mayor dureza y más óptimas para la exportación”.
La cooperativa de segundo grado estima que la producción de este año ascenderá a 19 millones de kilos, respecto a los 17 millones de kilos de la pasada campaña, debido a los mayores rendimientos en campo, gracias a un mejor cuaje. Aunque hay nuevas plantaciones, se mantiene relativamente estable la superficie de cultivo, con continuas reconversiones varietales orientadas a satisfacer las necesidades del consumidor y mejorar la productividad.
“La calidad de la cereza se muestra alta, gracias al clima cálido y a la ausencia de lluvias, y con calibres ligeramente inferiores en las variedades tempranas, debido a su rápida maduración. Los mercados están recibiendo con ganas y alegría las primeras cerezas, que, como de costumbre, reciben precios muy altos hasta que empieza a abundar la oferta. A partir de junio sabremos realmente cómo se desarrolla el mercado de la cereza, ya que es cuando coincidimos gran parte de las zonas productoras españolas y de otros países y cuando más se ajustan los precios. Parece que la mayoría de países del arco mediterráneo vienen con buenas producciones este año”, estima Mónica Tierno.
La entidad está llevando a cabo un crecimiento de su capacidad productiva con nuevas naves de manipulación y trabajando en una mayor eficiencia del proceso llevando a cabo pruebas piloto de automatización mediante la instalación de brazos robóticos para la alimentación de las líneas y el encajado en tarrinas. Y es que, de acuerdo con su directora general, la disponibilidad de mano de obra es cada vez más limitada.
Sin embargo, la mayor novedad reside en la instalación de una planta de depuración y potabilización del agua en la central. “Los procesos de calibración se realizan mediante circuitos de agua y queremos optimizar este recurso cada vez más escaso y disminuir el impacto en el medio ambiente de nuestra actividad. Cuando decidimos realizar este proyecto hace dos años no imaginábamos que llegaríamos a tener la sequía de este año, así que nos alegramos enormemente por haber dado este paso”, concluye Mónica Tierno.
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Mónica Tierno Díaz
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