En el mundo se cultivan alrededor de un millón de toneladas de maracuyá, de las cuales más del 80% se producen en Sudamérica. Brasil es, con diferencia, el mayor productor, seguido de Colombia, Perú y Ecuador. De estos cuatro países, Perú es el mayor exportador. Las exportaciones se realizan sobre todo en forma de pulpa o concentrado. Surinam también está logrando avances con el cultivo y procesado del maracuyá, que allí llaman markoesa. Daniel Durga, director de Agro Surbra, empezó a cultivar esta fruta por afición hace diez años y, a día de hoy, se le considera uno de los pioneros del sector del maracuyá en Surinam.
© Pieter Boekhout | FreshPlaza.esDaniel en la joven plantación de maracuyá.
"Casi todos los años hago ajustes en el modelo de cultivo", comenta Daniel. "Cada año aprendo y hago mejoras. Por ejemplo, el maracuyá es muy sensible al exceso de agua. Para la próxima plantación, elevaré los lomos medio metro para que las raíces no se pudran durante la temporada de lluvias".
Daniel invierte mucho en investigación, sobre todo en el control de enfermedades y plagas. Como en Surinam apenas se realiza investigación científica a nivel local, decidió tomar él mismo las riendas. Todos los años replanta los cultivos para probar qué funciona y qué no. Las semillas que utiliza proceden de productores brasileños certificados de zonas subtropicales. "Seleccionamos los cultivos con capacidad para adaptarse a las condiciones que tenemos aquí", explica.
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Aunque Surinam tiene una markoesa amarilla autóctona, las variedades brasileñas, también de color amarillo, contienen más zumo. Esta fruta todavía tiene que entrar en envero.
Aunque Surinam tiene una markoesa amarilla autóctona, las variedades brasileñas, también de color amarillo, contienen más zumo. "Se requiere un rendimiento de zumo de al menos un 30%, de lo contrario no resulta viable a nivel económico".
Maracuyá púrpura
El maracuyá púrpura también goza de demanda, "sobre todo en el sector de la restauración", comenta Daniel. "Se utiliza como guarnición, así que la piel tiene que estar libre de residuos. Y ahí reside el problema: esta variedad es muy susceptible a enfermedades". Por eso se está dando el paso para cultivar maracuyá púrpura en invernaderos. "El invernadero, con cubierta de plástico y malla en los laterales, tendrá cien metros de largo y ocho de ancho. Con él espero poder reducir drásticamente el uso de productos fitosanitarios".
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El cultivo del maracuyá requiere mucha mano de obra, sobre todo para la polinización. He aquí una foto de una flor de maracuyá.
Fábricas de zumo
Surinam cuenta con tres grandes fábricas de zumo, aunque estas rara vez compran fruta de producción nacional. Importan concentrados, sobre todo de los Países Bajos, dado que "quieren volumen, continuidad y uniformidad", explica Daniel, "algo que los pequeños productores no pueden garantizar". Las dinámicas del mercado también cuentan. "Si el precio es bueno, los productores venden en el mercado fresco. Si el precio baja, solo entonces llaman a las fábricas de zumo. Pero, por supuesto, este modelo no es sostenible, así que las fábricas prefieren importar".
Daniel no trabaja con fábricas de zumo nacionales. "En mi opinión, pagan demasiado poco. Mi objetivo son las exportaciones". Y aunque dispone de volúmenes suficientes para producir zumo él mismo, opta deliberadamente por no hacerlo. "Hay ya suficiente competencia en el mercado de zumos. No voy a participar en esa guerra".
En vez de eso, busca salidas en el extranjero; productores de zumo en el Caribe, o incluso en Bélgica. "Allí, el maracuyá se utiliza cada vez más como aromatizante", indica. "Un cliente de los Países Bajos, que produce sirope para granizados, también está interesado".
© Pieter Boekhout | FreshPlaza.esMaterial vegetal de cultivo propio.
Polinización manual
El cultivo del maracuyá es muy laborioso, sobre todo durante la polinización. "Si dejas que los abejorros hagan todo el trabajo, solo se poliniza el 40% de las flores. Haciéndolo de manera manual, puedes elevar esa cifra al 80%", y eso requiere conocimientos expertos. "Hay que hacerlo con un pincel entre las 14:00 y las 17:00 de la tarde. Por la mañana, las flores ya están abiertas, pero se necesita pleno sol para que se libere el polen".
Según Daniel, la infraestructura para una plantación de maracuyá no es barata. Él está experimentando con métodos de plantación alternativos, como la plantación en hileras —similar a como se hace con la uva en Europa— para ahorrar en materiales y costes. "Para una hectárea se necesitan unos 900 palos. Hace diez años costaban una décima parte de lo que cuestan ahora. Solo la instalación básica cuesta unos 10.000 euros por hectárea".
Como el cultivo del maracuyá requiere una inversión sustancial, también está habiendo algo de apoyo gubernamental. En la anterior legislatura se puso en marcha un proyecto para ayudar a 200 productores, cada uno con una hectárea de terreno. Las subvenciones son en especie: palos, alambre, material de siembra... La condición es que los productores se unan a una cooperativa que se ocupe de la comercialización y la transformación.
Daniel también cree en un modelo de pequeñas explotaciones familiares de una o dos hectáreas. "Estas dependen menos del personal, y aquí es difícil encontrar personal", explica. El pionero intenta también inspirar a los demás. "Comparto mis conocimientos y mi modelo de negocio de forma gratuita. Esa es mi contribución al sector".
Para más información:
Daniel Durga
Agro Surbra NV
Saramaccaweg naar Coppename km 82,5
Surinam
Tel.: +597 8932364
[email protected]
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Si te interesa saber más sobre el cultivo y el comercio en Surinam, puedes ponerte en contacto con Anilkumar Padarath, de la Cámara de Comercio e Industria: [email protected]
