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EE.UU. (CA): Cada vez hay más productores de fresas latinos

Alejandro Ramirez tenía 15 años cuando cruzó la frontera de México y EE.UU. para trabajar con su padre y su hermano en los campos de fresas de California.

Estuvo trabajando duro durante 12 años para un gran productor, viviendo con su mujer y su hijo en un garaje. Ahora, Ramirez es un ciudadano estadounidense con 80 empleados- todos latinos- y cultiva sus propias fresas en más de 40 hectáreas en Salinas, una de las regiones clave de producción de fresas en California.

"Hace 20 años no tenía nada," cuenta Ramirez, "las fresas son mi vida".

Las fresas han dado a los latinos más oportunidades para adquirir propiedades que cualquier otro cultivo. Actualmente, los latinos constituyen las dos terceras partes de los productores de fresas en California, donde se cultivan el 90% de las fresas del país.

"Para los inmigrantes es más fácil entrar en este negocio, debido a que las fresas pueden cultivarse en pequeñas parcelas casi todo el año," dice Hal Johnson, quien ha desarrollado variedades de fresas para los productores más importantes de California desde 1955.

Sin embargo, Mike Meuter, un abogado de California Rural Legal Assistance, en Salinas, dice que no todos los productores de fresas latinos prosperan. Algunos, realmente son aparceros atrapados en relaciones financieras que los sumergen en profundas deudas.

Pero, "a pesar de haber más productores latinos," explica Mike, los latinos que trabajan en el campo- muchos de ellos ilegales- lo hacen igual que hace unas décadas, explotados y mal pagados.

Algunos se ven atraídos a convertirse en productores mediante empresas les arriendan tierras o les prestan dinero para los gastos, a menudo con intereses altísimos. A cambio, los trabajadores que se convierten en productores deben vender sus fresas a las empresas que ellos patrocinan, a menudo, a precios por debajo del mercado.

Muchos de los productores no hablan inglés y no entienden sus contratos hasta que es demasiado tarde.

Ramirez estuvo cerca de perder sus negocios después de haber sido financiado por una de estas empresas, aunque su familia le prestó ayuda.

"Nunca me he conformado con un trabajo fácil," dice Ramirez. "Pedía oportunidades a mis superiores constantemente porque tenía ambición."

Con la ayuda de dos hermanos, que también trabajaban en California, Ramírez comenzó cultivar algunas hectáreas de fresas en 1995, financiado por una de las empresas mencionadas anteriormente.

Con el tiempo dejó la empresa y empezó a cultivar fresas para una gran cooperativa y a pagar sus deudas. Su hijo, Alejandro Jr., está estudiando agronomía para unirse al negocio de su padre.

Los productores latinos dicen que hablar el mismo idioma que sus trabajadores ayuda bastante.

"Es mucho más fácil relacionarse con mis trabajadores," dice Peter Navarro. Su padre emigró de México en los 50 y empezó a producir con tan sólo 4 hectáreas. Ahora Navarro posee 56 hectáreas en Watsonville.

Fuente: foxnews.com



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