Unas 2.000 hectáreas de plátano afectadas en diferente grado, fincas bananeras con áreas anegadas y pérdidas en horticultura dejaron los intensos aguaceros de la semana pasada en el país.
Las zonas más afectadas son el Caribe sur, la zona bananera de Matina y Siquirres y los cantones al este de Cartago (Paraíso, Jiménez y Turrialba), revela un informe preliminar del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Erick Quirós, director superior de Operaciones Regionales del MAG, explicó que actualmente evalúan montos en las direcciones regionales de esa entidad, y que al final de esta semana podrían tener una cifra de pérdidas.
Agregó que el área afectada de plátano tuvo pérdidas de entre un 30% y un 40%, y que plantaciones nuevas de cacao, de alrededor de 145 hectáreas, también tuvieron problemas con las lluvias.
Otros efectos –que se están valorando– se presentaron en ganadería, y áreas de tomate, lechuga, pepinos, ayote y zanahoria presentan pérdidas.
Jorge Sauma, gerente general de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), detalló que hubo fincas bananeras afectadas en algunas zonas de Siquirres, en las márgenes del río Reventazón.
En esa zona, agregó, el dique quedó falseado, lo que representa un peligro inminente ante posibles lluvias en el futuro.
Fincas ubicadas en el valle de la Estrella se afectaron, así como la finca País, perteneciente a Corbana y arrendada a Del Monte.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advirtió de nuevo ayer acerca de las consecuencias que puede tener la presencia del fenómeno de El Niño, que causa un aumento de las lluvias en el Caribe y una disminución de los aguaceros en el Pacífico. Su presencia se pronostica hasta enero.
Extremos. De acuerdo con Luis Fernando Alvarado, meteorólogo del Departamento de Climatología del IMN, en el ámbito internacional todavía no se ha declarado el fenómeno, pero en Costa Rica los técnicos se vieron obligados a hacerlo, dado que desde junio de este año sus efectos son muy intensos.
Además de la sequía, el Instituto pronostica fuertes lluvias para la provincia de Limón. También, con la afectación de El Niño, es probable que la temporada de huracanes sea más intensa que la del 2011.
En el norte del país, la sequía se evidencia en el déficit de lluvia del 80% registrado durante el mes de julio en Guanacaste. En términos generales, en esa provincia y ese mes, el nivel de precipitación es de entre 150 y 250 milímetros.
La zona se caracteriza por una baja pluviosidad, pero que solo llueva un 20% de los niveles normales es una verdadera alerta, dice Alvarado. Resalta el caso de Liberia, donde se reportó la menor cantidad de lluvia en Guanacaste: 11 milímetros en todo julio o un 7% de lo previsto para el periodo.
En el Valle Central cayó apenas el 40% de lo usual, que, según el meteorólogo, es de entre 200 y 250 milímetros.
El especialista considera que, pese a la situación, los sectores que podrían verse afectados han reaccionado de forma pasiva.
Fuente: Nación