El barco volcó y desparramó todo el cargamento -30 toneladas de melones de Irán- en las aguas del puerto, que ha mantenido ocupado al equipo de limpieza durante toda la semana.
Había 17 trabajadores asignados para recoger los melones y sandías que habían sido arrastrados a la orilla y 7 más para recoger los que estaban flotando.
Los melones tuvieron que ser destruidos al haber absorbido el agua marina.
Fuente: thenational.ae