El mercado de diciembre es especialmente difícil de predecir y el importador lo sabe. Este año es particularmente difícil de prever. "Los armadores han declarado que subirán las tasas de transporte oceánico el próximo año. Es difícil decir cuántos compradores harán el pedido con antelación para evitar la subida de tasas. Además, con las vacaciones, diciembre es un mes corto: la presión por distribuir será mayor que de costumbre".
La calidad de la cebolla es variable, según Mulder. "Tanto las cebollas rojas como las amarillas sufren pudrición de la raíz. Es vital continuar controlando los cultivos. Aquí, en los Países Bajos, de momento la situación es buena, pero una vez enviadas, estas cebollas pasarán semanas en el mar. Nuestro sector de cebolla nacional tiene que esforzarse mucho en mantener el nivel de calidad, de lo contrario, ¡los compradores se pondrán a hacer negocios con Nueva Zelanda a la mínima de cambio!".