Esa es la observación que ha hecho la industria citrícola de Australia Occidental, que ha advertido que el descenso en las ventas de naranjas coincide con el aumento de la demanda de mandarinas.
El productor Richard Eckersley, de Harvey, en el sudoeste del estado, dice que cada vez hay más consumidores que se decantan por lo que se considera una forma más fácil de consumir cítrico.
“Hemos descubierto que la demanda de naranjas está disminuyendo. En mi opinión, y si no me equivoco, el año pasado Coles y Woolworths vendieron por primera vez en la historia más mandarinas que naranjas. Creo que la tendencia de consumo está cambiando sin duda de las naranjas a las mandarinas, y sobre todo hacia las variedades fáciles de pelar y con pocas semillas o ninguna semilla”, asegura Eckersley.
“Hemos probado con algunas variedades de mandarinas difíciles de pelar o difíciles de comer o que tienen muchas semillas, y sin duda, no tienen demanda".
Eckersley dice que, pese al crecimiento en los mercados y una fuerte temporada local, la fruta sigue sufriendo un descenso significativo de las ventas durante las vacaciones escolares por la simple razón de que hay menos bolsas para el almuerzo en las que incluir este popular cítrico.
Fuente: abc.net.au