"En estos momentos veo que hay una oferta abundante de uvas de mesa de diferentes orígenes. En particular, el producto italiano se está viendo afectado por las uvas procedentes de Grecia y España. En cuanto a los precios, estos dos países son más competitivos, mientras que en términos de sabor, aspecto y envasado, la uva italiana es mejor".
Según el gerente, las uvas italianas interceptan el segmento premium del mercado. "Hablamos de en torno a un 20 por ciento del producto comercializado, el resto es o bien griego o bien español, ya que los precios siguen siendo el factor principal. Incluso Gran Bretaña tiende a preferir las uvas griegas o españolas últimamente. El problema es que, pese a tener una moneda común, es decir, el euro, no existen regulaciones fiscales o costes laborales comunes a todos los estados de la UE. Por tanto, ¡prácticamente competimos dentro de la misma familia!".
En cuanto a la evolución del mercado en las próximas semanas, Giacomo Suglia observa que "es muy complicado hacer una predicción. Todo dependerá del tiempo y de cómo afecte a la demanda. Los productores ya están almacenando las uvas en cámaras frigoríficas para prepararse para las futuras variaciones del mercado".