La pudrición poscosecha ha sido causada por el hongo Neofabraea alba y no supone ningún riesgo de seguridad alimentaria, pero las autoridades han identificado el hongo como una plaga por razones de seguridad vegetal, según el ministerio.
Stephen Butcher, responsable de importación y exportación de material vegetal del ministerio, explica que el Gobierno de Nueva Zelanda y la industria de la manzana están trabajando con los funcionarios chinos de cuarentena para proporcionar información técnica y científica sobre el hongo.
Las manzanas proceden de un reducido número de parcelas de producción y plantas de envasado de Hawke's Bay.
Alan Pollard, director ejecutivo de Pipfruit NZ, indica que las autoridades chinas detectaron la pudrición hace unas dos semanas. Según él, la temporada "había terminado prácticamente", por lo que el impacto de la suspensión de las exportaciones será mínimo este año. "Es preocupante en el sentido de que China es un importante socio comercial para nosotros", añade.
Pollard está seguro de que las autoridades neozelandesas podrán tranquilizar a China y hacer que las cosas vuelvan a la normalidad. "El diálogo ha sido muy positivo. Es una parte habitual del comercio, por lo que estamos acostumbrados y somos buenos en lo que a la gestión se refiere".
Hasta ahora, este año Nueva Zelanda ha exportado 320.000 toneladas de manzanas, de las que 9.500 toneladas se han enviado a China.
"Es un porcentaje menor, pero sigue siendo un importante mercado de crecimiento para nosotros", añade Pollard. "Intentamos mejorar la gestión de la fruta antes de que abandone Nueva Zelanda para reducir el riesgo de que ocurran cosas como esta".
Fuente: nzherald.co.nz