Un total aproximado de 22 hectáreas de campos de frutales en Tirol del Sur sufrieron daños graves y 15 hectáreas fueron totalmente destruidas. Los daños causan muchos problemas a los productores porque las plantaciones necesitan años de trabajo intensivo antes de ofrecer un rendimiento decente. Ahora los productores tienen que comenzar desde cero de nuevo y afrontar sustanciales inversiones. Antes de que una plantación de frutales produzca una buena cosecha, pasan unos cinco años.
Algunas compañías corren incluso el riesgo de cierre a causa de los daños. Se intentará obtener créditos de los fondos de emergencia e inversiones para que los productores tengan un futuro. Las plantaciones de fruta que usaban mallas antigranizo estaban aseguradas contra el granizo y las tormentas, pero no contra las nevadas. Esto es algo contra lo que no se puede asegurar.