Como explica el portavoz del servicio, Alexéi Alexeenko, la prohibición podría afectar a un extenso grupo de productos, entre ellos hortalizas, frutas, frutos secos, flores y granos.
El insecto se alimenta del polen de muchas especies vegetales, como las asteráceas, legumbres, cereales, solanáceas y cucurbitáceas. Las pérdidas totales causadas por su propagación podrían alcanzar los 5.000 millones de rublos anuales, como advierte el servicio ruso.
Los expertos dicen que los productores hortofrutícolas de Ucrania dependen en gran medida de Rusia, pues este país supone no menos del 80% del total de exportaciones de productos hortofrutícolas frescos y procesados de Ucrania. Según el portal "Fruit-Inform: Vegetables and Fruits", el valor total de las exportaciones con destino en Rusia se estiman en casi 30 millones de euros, y la ausencia de exportaciones, según los analistas, podría llevar a la quiebra masiva de los mayores complejos de invernaderos.
Por otro lado, pese a los acuerdos de colaboración, las compañías ucranianas no podrán comenzar pronto a distribuir sus productos en los mercados de la UE, como afirma el subdirector del servicio de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria, Vitali Bashi. Como asegura, las compañías exportadoras serán auditadas en julio para comprobar el cumplimiento de los requisitos establecidos por las leyes europeas; sin embargo, debido a las dificultades burocráticas par obtener los permisos y certificados de entrada, los envíos no se producirán antes de 2015.
Fuente: Gazeta.ru