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Demanda lenta y bajo consumo en estos momentos

El limón español se enfrenta a precios bajo presión por la fuerte competencia de Turquía

Con dos semanas de adelanto respecto a la temporada pasada por las suaves temperaturas de verano, la campaña de limón arrancó a mediados de septiembre con la variedad Fino, del que habrá disponibilidad hasta el mes de abril cuando empiece a cosecharse la variedad Verna hasta finales de julio.

“Iniciamos antes la campaña porque se dieron circunstancias óptimas en cuanto a calidad y teníamos disposición para realizar los primeros cortes”, comenta José Antonio García, director de de la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (Ailimpo). Además, el escenario era idóneo teniendo en cuenta que la temporada del hemisferio sur terminó antes de lo habitual por las mermas del 50% en la oferta Argentina y un menor envío de Sudáfrica por las restricciones de la UE con respecto a la amenaza de Black Spot”, añade.

Ahora la demanda está lenta y el consumo no termina de despegar, en parte, por la influencia de los altos precios con los que el limón del hemisferio sur terminó su campaña y también por las altas temperaturas que todavía marcan los termómetros.

No obstante, una vez liquidado el limón del hemisferio sur en los mercados, el limón español está conviviendo con el contingente turco, el cual, de acuerdo con José Antonio García, está compitiendo de forma agresiva desde su “brusco” inicio de campaña.

“La campaña de Turquía ha arrancado con exportaciones muy voluminosas y poco progresivas, alrededor de 60.000 toneladas en tan solo cuatro semanas tanto a sus mercados más tradicionales como Rusia, países del Este y Oriente Medio como a Europa occidental, con precios muy agresivos”, explica.

“No terminamos de entender por qué los operadores europeos presionan de forma injustificada los precios a la baja cuando han estado pagando precios muy razonables por el producto de Argentina y Sudáfrica durante la campaña de verano. Y es que los clientes europeos coinciden en su mayoría en que la calidad del limón español es superior al limón turco, una fruta que generalmente se reconoce por su presencia menos atractiva y por una menor cantidad de zumo”, afirma.

“Esperamos que la situación se normalice a partir de noviembre cuando empiece a reducirse el volumen de limón turco y podamos continuar suministrando de forma regular y ordenada con precios más aceptables”, concluye.

La previsión de cosecha de limón se mantiene en 970.000 toneladas con una calidad satisfactoria y calibres muy adecuados.