Según Nattapon Suewatanakul, propietario de Siam Fresh, compañía dedicada a la distribución de frutas tropicales provenientes de sus productores asociados, la demanda de mangos tailandeses ha sido buena hasta ahora. “La producción ha sido mala, ya que, debido al cambio climático, ha habido escasez de agua y materia prima y la temporada ha llegado tarde. La situación es la misma para los mangos Nam Dok Mai y para los Maha Chanok”.
El comerciante asegura que la fruta está destinada fundamentalmente a Europa, sobre todo a Austria, y normalmente la distribución se lleva a cabo en 48-50 semanas, aunque esta temporada ya se han saltado 4 semanas. “Hemos tenido que mandar una carta explicando la situación, pero, por supuesto, entendieron que hay factores naturales que están fuera de nuestro control. Toda Tailandia se ha visto afectada, desde el norte hasta el sur”.
En una nota más positiva, las condiciones meteorológicas secas han sido ideales para el cultivo de lichis. Gracias a esto, “este año hemos exportado muchos lichis y esto nos ha ayudado a compensar a los supermercados por la situación de los mangos”, afirma Suewatanakul.
A pesar de este difícil contexto, Siam Fresh sigue ofreciendo la fruta de la mejor calidad. Para poder cumplir con los exigentes requisitos europeos de calidad y fitosanitarios, los mangos son sometidos a un tratamiento de agua caliente, pero también llevan a cabo campañas de marketing para mostrar a los consumidores cómo elegir los mangos y cuándo pueden consumirse. “En general, los clientes están contentos con nuestro producto y por ello podemos seguir adelante”.
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