El domingo, la crisis griega volverá a alcanzar otro clímax cuando el Gobierno griego tenga que presentar propuestas de reforma concretas, antes de que puedan tener lugar las negociaciones con la UE sobre un nuevo paquete de ayuda. Por segunda semana consecutiva, los bancos han permanecido cerrados y los cajeros automáticos tan solo concedían un máximo de 60 euros por día. Son tiempos de incertidumbre, por lo que Nico Persoon, comerciante independiente de productos griegos, se ha sentado a esperar. "En estos momentos está todo parado y estamos esperando a ver qué ocurre".
Manifestantes frente al Parlamento griego. Foto: Ggia
Sin embargo, en un contexto mayor, se presentan problemas para el comercio. El combustible podría suponer un problema, aunque el país introduzca el dracma. Ya resulta difícil gestionar el transporte desde Grecia a los Países Bajos porque no hay carga de retorno para que el transporte sea rentable.
Problema regional
Para los países vecinos, la crisis también se avecina en el horizonte como una nube de tormenta. Los países de la región, a menudo pobres, como Albania, Kosovo, Serbia, Macedonia y Bulgaria, dependen económicamente de Grecia. Los trabajadores de estos países recolectan cerezas y melocotones, por ejemplo, al otro lado de la frontera, en Grecia.
Se estima que unos 600.000 albaneses trabajan en Grecia y algunos de los recolectores se han visto obligados a regresar a casa sin haber cobrado el sueldo. Antes del estallido de la crisis en 2008, los albaneses que trabajaban en el extranjero representaban el 11,5 por ciento del PIB. Ahora, se informa de que los trabajadores quieren ir a países como Alemania a trabajar. En la UE también se han dejado notar estas consecuencias indirectas. La canciller Merkel ha visitado la región.
A la espera
Los importadores griegos llegan a los Países Bajos con dinero en efectivo para gestionar la importación. Para los exportadores, la situación es más complicada. "A los griegos les encantaría exportar porque eso significa que volvería a entrar dinero en el país, pero nosotros no podemos viajar a Grecia con efectivo, por eso es tan importante que los bancos reabran".
"Los expedidores con suficientes medios económicos sobrevivirán. Los fuertes se harán más fuertes y los pobres, más pobres". Dentro de unos dos meses comenzará la temporada de la uva. A los expedidores griegos les encantaría empezar entonces, pero deben ir despacio. Hasta entonces, Nico solo puede esperar. "No creo que las cosas cambien durante un tiempo. Este mes tendré que esperar a ver lo que ocurre. Después, volveremos a tomar medidas".
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Nico Persoon
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