Esta baya es el orgullo de Ichigo Co. y pesa 40 gramos. En comparación, una fresa extragrande suele pesar 27 gramos. Tiene aproximadamente el tamaño de un huevo, según Shouichi Igarashi, de la compañía. Estas fresas solo pueden comprarse en internet y se empezaron a enviar a los clientes la semana pasada en envases de seis unidades por 6.000 yenes, cada fruta envuelta individualmente.
La fruta se suele vender como artículo de lujo en Japón y los agricultores dedican tiempo, cuidados y obtención selectiva para crear variedades grandes y dulces. Estas fresas son particularmente caras porque se cultivan en salas de temperatura y humedad controladas bajo iluminación led.
Desde el pasado diciembre, Ichigo Co. ha estado vendiendo fresas más pequeñas por 100 yenes cada una en envases de cuatro o de doce, pero esta es la primera vez que la compañía ha podido producir fresas tan grandes. Igarashi indica que aún es muy pronto para evaluar cómo de bien se están vendiendo las fresas, pero dice que ha recibido reacciones positivas de los clientes.