La segunda estimación de cosecha-aforo de limón de AILIMPO para la campaña 2015/2016 confirma los datos publicados en julio, estimando una producción en España de 850.000 toneladas, una cifra inferior en un 23% a la campaña pasada que fue récord de producción (1.100.000 t) y, por tanto, excepcional. La merma de cosecha tiene carácter coyuntural y se debe a las condiciones meteorológicas adversas en la fase de floración y cuaje en la primavera, y afecta fundamentalmente a las variedades tardías. Por otra parte, AILIMPO confirma que la calidad será excepcional gracias a las buenas prácticas culturales por los agricultores.
Para el limón fino/primofiori se espera una caída muy moderada en la primera parte y más marcada en la segunda parte de la campaña de esta variedad. Las lluvias del mes de septiembre han sido muy favorables y facilitarían poder disponer de un nivel de oferta adecuado desde finales de septiembre hasta marzo.
En el caso de limón verna, la caída se prevé más importante, aunque esta previsión se deberá actualizar en enero en función de lluvias, evolución de calibre…
Tal y como ya se adelantó en julio, esta cifra de cosecha (850.000 tons) se califica como “normal en términos de volumen de toneladas teniendo en cuenta que se sitúa en un volumen casi idéntico a la cifra promedio de las últimas 7 campañas finalizadas”.
Arranque de la campaña
La campaña de limón del hemisferio sur está ya en su recta final, liquidándose los últimos lotes en estos momentos, y se dará paso al inicio de la campaña de limón español en las próximas semanas.
Ailimpo es una interprofesional a nivel nacional, con sede en Murcia, oficialmente reconocida por el Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea, que representa los intereses económicos de productores, cooperativas, exportadores e industriales de limón y pomelo en España, un sector que factura 620 millones de euros anuales.
Entre sus funciones la ley destaca: velar por el adecuado funcionamiento de la cadena alimentaria, elaborar los contratos tipo agroalimentarios y desarrollar métodos para controlar y racionalizar el uso de productos fitosanitarios para garantizar la calidad de los productos y la protección del medioambiente, así como el impulso y promoción de los estándares de calidad y excelencia en el sector.