La escasez de tomates en Israel continuará hasta diciembre
Se ha sugerido reiteradamente en el sector que se levanten las restricciones a la importación para permitir que ciertos productos claves sean importados desde Europa, pero el Gobierno está tardando en actuar en las áreas de inspección y autorización de importadores. Ben Eliyahu afirmó que “el Ministerio de Agricultura se enfrenta a la elección de aligerar las restricciones a la importación o apoyar a los agricultores nacionales”.
Los representantes de los productores buscan echar la culpar por la falta de producción a los precios históricamente bajos de los últimos años, que, efectivamente, han forzado a muchos productores a cerrar sus negocios o a diversificar sus producciones hacia los mercados de exportación o cultivos diferentes. Según sus estimaciones, el coste de producción de los tomates es de 2,5 séqueles por kilo, pero los productores solo obtienen 1 séquel por kilo. Un factor importante en esta diferencia es el alto coste de intermediación entre los productores y los supermercados y mayoristas. Los productores, por otra parte, no se han opuesto directamente a la importación a pequeña escala, pero han solicitado mayor apoyo gubernamental que permita que la producción local siga siendo una opción viable.
Ben Eliyahu concluyó su intervención diciendo que “si queremos garantizar una abundancia de producto incluso en los periodos de producción baja, se requiere una cuidadosa planificación. No podemos tenerlo todo”. Mientras, son los consumidores israelíes los que tienen que lidiar con los altos precios y la escasa oferta.