Los atentados de este fin de semana en París han afectado mucho a toda Europa. Algunos comerciantes en la industria nos cuentan sus reacciones. El pasado viernes, 129 personas fueron asesinadas por los ataques terroristas.
"Es muy duro. Después de lo que pasó en París, es todo muy duro", afirma Marc Peyres, de Blue Whale. "Al mismo tiempo, también fue conmovedor recibir mensajes de clientes de todo el mundo". Anteriormente, ocurrieron acontecimientos similares en Londres y en Madrid, y ahora en París. "Sin embargo, no es solamente Francia, así que la pregunta es ¿qué es lo que va a hacer Europa? Si estudiamos la historia, veremos que, donde existe el comercio entre países, hay menos probabilidad de guerra".
Los comerciantes prevén que la semana que viene todo será distinto en Francia y sobre todo en París, en lo que se refiere al comercio, pero después se reanudarán las actividades. "Tenemos que seguir adelante", afirma un comerciante.
Controles fronterizos
Después de los ataques, varios países han aumentado e intensificado los controles fronterizos. Las organizaciones logísticas han informado a sus miembros para que tengan en cuenta retrasos e inspecciones adicionales en los pasos fronterizos con Francia.
"Es un hecho que esto tendrá un impacto en las fronteras. Los controles de los negocios serán más intensos, especialmente en las fronteras españolas", menciona Anne Florin, de Saint Charles International. La organización ha estado en contacto con las autoridades para mantenerse al día sobre las posibles consecuencias. "Sea lo que sea lo que acordemos, tiene que hacerse. Tenemos que esperar y asegurarnos de adaptarnos lo antes posible".
Comentarios desde el Benelux
Como especialista en el mercado francés, Cees de Mooij, de Gebr. de Mooij, en Oegstgeest, Países Bajos, estuvo en París para reunirse con un cliente la semana pasada. "Nuestros clientes están conmocionados. La gente está preocupada y no sé cómo manejar la situación. De repente, está tan cerca. Para ellos, naturalmente, es mucho peor que para nosotros", explica el comerciante.
Comprensiblemente, el negocio de las frutas y las verduras ha quedado relegado a un segundo plano. "Pedí a mis clientes parisinos que no llamaran hoy. El comercio se detuvo el sábado. Las tiendas estaban cerradas en el mercado y nuestros clientes habituales no necesitaban realizar ninguna transacción. Sin los establecimientos y los minoristas, los mayoristas resultaron afectados directamente. Esta situación probablemente durará unos cuantos días", predice Cees.
Stefan Mesman, responsable de planificación de C. Vreugdenhil transport, llamó a su oficina central en París inmediatamente después de los ataques, y, por suerte, la situación allí estaba tranquila. "En Rungis, todo parece funcionar con normalidad, aunque hay un poco más de tranquilidad de lo habitual. Durante los próximos días, las consecuencias estarán más claras, pero en general la situación del mercado francés es bastante impredecible y no podemos prever las consecuencias que habrá".
Veiling Hoogstraten también exporta mucho a Francia. Jan Engelen está conmocionado por la situación. "Es una tragedia, es absolutamente terrible lo que ha sucedido. No obstante, creo que no podemos decir gran cosa sobre cuál será el impacto real, por ejemplo, en la economía. Tal vez los turistas se vayan, pero no podemos establecer una relación con el comercio ahora mismo. Comparándolo con sucesos similares en el pasado, se puede ver que los habitantes de la zona normalmente no tardan demasiado en retomar sus actividades. Todo el mundo está muy preocupado, sin lugar a dudas, pero la vida sigue y la gente no puede dejar de comer".
Autores: Izak Heijboer y Sander Bruins Slot