"Para aplicar la tasa gratuita a los envíos dentro de la Unión Europea, los proveedores deben cumplir dos condiciones. El proveedor debe demostrar que los bienes han salido de los Países Bajos y que el cliente indica una adquisición intracomunitaria en el país de destino de los productos. La segunda condición es relativamente fácil de cumplir mediante la solicitud del número de IVA internacional del comprador. Es importante comprobar el número de IVA del comprador, por ejemplo, en la página web de la Comisión Europea. Debe registrarse y hacerlo periódicamente", explica el especialista de la BDO. "La primera condición, según la cual debe demostrarse que los bienes se han transportado al extranjero, resulta ser la más difícil en la práctica, especialmente cuando el comprador recoge los productos en sí".
"El secretario de Finanzas ha indicado incluso que en las transacciones con clientes nuevos, independientemente de la carga de la prueba, se debe calcular el IVA neerlandés. Los proveedores temen salir perdiendo en la facturación al calcular el IVA para los compradores extranjeros y muchas empresas optan por aplicar la tasa gratuita de todos modos. Prefieren facturar con riesgos antes que no facturar. Sin embargo, es importante que las empresas estén al tanto de que los recaudadores pueden recaudar el IVA neerlandés adicionalmente si no se soporta la carga de la prueba. En caso de duda, recomiendo facturar siempre el IVA neerlandés. El proveedor siempre es responsable al 100% de la aplicación de la tasa gratuita. La prueba de la carga puede identificarse mediante una combinación de documentos que demuestren que los bienes han abandonado los Países Bajos, como la declaración de recogida o de transporte, conocimiento de embarque, correspondencia con el cliente, confirmaciones de pedidos, documentos de envío, recibos, pólizas de seguros, etcétera".
"La cantidad de procesos judiciales relacionados con la aplicación de la tasa gratuita es enorme, con un elevado índice de éxito por parte de los recaudadores. La tendencia actual es que el recaudador lleva a cabo investigaciones basadas en el método de muestreo. En vez de investigar la administración de forma integral, los recaudadores seleccionan varias transacciones al azar. Si un determinado porcentaje de las mismas está mal, este error se extrapola a todas las transacciones, lo que da como resultado que un pequeño error se convierta en recaudaciones adicionales muy severas. Una queja muy común por parte de las empresas es que son precisamente las transacciones incorrectas las que se investigan, pero a los recaudadores eso no les importa. Además de recaudar el IVA de forma adicional, que normalmente no se puede recuperar del cliente extranjero, también pueden darse multas que llegan a alcanzar el 50% en algunos casos".
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Maurice Prickartz
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