La frambuesa ecológica mejora a la convencional
“Disponemos de frambuesas ecológicas desde septiembre hasta junio, ya sea de variedades libres como de grupo, para poder aportar a los clientes el producto más puntero posible”, comenta Thomas.
“Se trata de un cultivo más robusto y silvestre frente a otros frutales, lo cual nos permite una disponibilidad de producto anual con rotaciones, algo importante en el manejo de enfermedades en el campo. Es cierto que, a diferencia del convencional, tiene unos rendimientos por hectárea más bajos, pero, en cambio, los resultados en sabor, vida útil, tamaño de la fruta y textura no difieren respecto al convencional, sino que son incluso mejores”.
De acuerdo con Thomas Cera, la tendencia en los convencionales es de reducir los pesticidas y residuos LMR en el camino hacia un producto más saludable. “En este sentido, en momentos en los que no podemos vender nuestro producto en el segmento de ecológicos, es muy apreciado también en el convencional por su alto valor añadido”.
El incremento de la oferta de frambuesa convencional afecta a la ecológica
“Aunque nosotros trabajemos en el segmento de ecológicos, lo que sucede en los convencionales nos repercute de forma directa. Este año se ha dado un incremento muy fuerte de la superficie de cultivo de frambuesa convencional, lo cual ha hecho que los precios caigan con el aumento de la oferta. Pese a que la producción de frambuesa ecológica se mantiene muy estable, nos vemos obligados a bajar también los precios para que no exista un diferencial alto que dificulte más su venta”, indica. La fruta ecológica ya es de por sí un producto más complicado de vender; si a eso le sumamos el alto valor de la frambuesa como alimento, se convierte en un artículo completamente de nicho”, añade.
La frambuesa ecológica está diversificando sus canales de venta
Aunque las cadenas de supermercados siguen siendo los mayores canales de venta, según explica Thomas Cera, está creciendo el interés por parte de mayoristas y fruterías especializadas. “Al principio era muy complicado para nosotros servir pequeñas cantidades a mayoristas, pero ahora están más organizados y especializados, con un mayor conocimiento del producto que les está llevando a profesionalizarse cada vez más”, afirma.
El consumo de ecológicos está empezando a despegar en España
De acuerdo con Thomas, en España los productos ecológicos podrían representar el 10% de la producción hortofrutícola, una cifra importante teniendo en cuenta que pocos años atrás apenas existía. Pero, además, se está dando un crecimiento destacable en el consumo de ecológicos que está empezando en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o País Vasco.
“Es cierto que en los países que hubo un ‘boom’ en el consumo de alimentos ecológicos ha llegado un punto en el que se ha estabilizado, como es el caso de Reino Unido, tal vez el más pionero en este segmento. Dinamarca y Escandinavia son países con alto consumo de ecológicos y Suiza es tal vez el país con mayor demanda actualmente. Cabe destacar el importante aumento de consumo en Francia en los últimos tres años y en España está empezando a verse una tendencia ascendente”, explica.
“Desde que empezamos en 2005 a suministrar producto ecológico al Corte Inglés, el consumo ha estado estancado, pero en los últimos dos años vemos que está despertándose el interés. Hay una organización más específica para el ecológico dentro del supermercado y esto está potenciando el consumo. Los demás supermercados todavía no parecen decidirse a incluir frutas y hortalizas frescas en sus estantes, aunque sí pueden verse productos secos”.
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