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Norte de Nueva York
Proyecto para evaluar los efectos de las plagas en las manzanas
La cosecha de manzanas de 2016 está llegando a su fin y los investigadores financiados por el Programa de Desarrollo Agrícola del norte del estado de Nueva York están ansiosos por ver si los agricultores han podido obtener beneficios por segundo año consecutivo a través de la aplicación de un protocolo de gestión de precisión para reducir los efectos y los costes que las plagas de insectos tienen sobre los huertos.
Trampa para el gusano de la manzana (Foto de Anna Wallis).
El protocolo ha permitido un excelente control de las plagas de la manzana significativas económicamente, con una media de un 96 por ciento de fruta limpia en la cosecha, más un ahorro de tiempo y dinero gracias a la reducción de pesticidas en 2015.
"Los cambios en el paisaje de los huertos de manzanos del norte de Nueva York en la última década han influido en qué insectos tienen una importancia económica clave en el sector de la región, formada por los condados de Clinton, Essex, Franklin, Jefferson, Lewis y St. Lawrence", explica Anna Wallis, codirectora del proyecto junto con el entomólogo Arthur Agnello, de la Universidad Cornell.
Los investigadores utilizan trampas para detectar plagas tempranas, de media estación y tardías que afectan a las manzanas (Anna Wallis).
Cinco productores de manzanas del norte de Nueva York han participado en la investigación. Los primeros resultados de este proyecto se solicitaron para las reuniones con los productores en Vermont y Virginia. El informe completo está publicado en www.nnyagdev.org. Los resultados de 2016 de esta investigación estarán disponibles en la primavera de 2017.
El protocolo se aplicó a bloques frutales, entre ellos de los dos cultivares más populares del norte de Nueva York: Honeycrisp y McIntosh.
El informe también mide los daños provocados en las frutas por las diversas plagas y el número de aplicaciones y la efectividad del proyecto.