El problema surgió a raíz de una interpretación de la Regulación de Alimentos Nuevos de la UE, según la cual cualquier producto del que no haya pruebas suficientes de que se haya producido y consumido en la Unión Europea antes de 1997 se considera un alimento nuevo. Los kiwiberries llevan años comercializándose en Europa continental, pero la autoridad reguladora de Reino Unido exigía pruebas exhaustivas.
Gracias a la presión del Consorcio de Productos Agrícolas Frescos de Reino Unido (FPC, por sus siglas en inglés) y al apoyo de sus socios por toda Europa, la Comisión Europea ha confirmado que un kiwiberry es un kiwiberry, y no un alimento nuevo.
"Es un ejemplo clásico de mala interpretación de la legislación de la UE por parte de Reino Unido, que no beneficia a los productores británicos y limita sus innovaciones. En su lugar, el FPC apoyó a un sector pujante que está valorado en un millón de libras y que continúa creciendo. Es una prueba de la oportunidad que nos brinda el brexit para deshacernos de algunas de las regulaciones innecesarias y engorrosas de la UE", comenta Nigel Jenney, director ejecutivo del Consorcio de Productos Agrícolas Frescos.
"Tenemos que asegurarnos de que nuestros legisladores no elijan el camino fácil al transferir las regulaciones europeas tal cual a la legislación británica, e inspeccionaremos el proceso a fondo. Los departamentos y agencias del Gobierno tendrán que priorizar el complicado marco legal de la UE y la legislación nacional de nuestra industria para que las empresas de productos agrícolas frescos de Reino Unido puedan seguir comerciando con eficacia tras haber abandonado la Unión Europea".
El FPC advirtió hace poco sobre el impacto económico negativo del brexit e insta al Gobierno de Reino Unido a mantener relaciones comerciales beneficiosas con la UE y con otros países para conservar el acceso al mercado global y apoyar a la mano de obra actual de la industria.
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Siân Thomas
Consorcio de Productos Agrícolas Frescos (FPC)
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