Filipinas controla el 90% del mercado japonés de la banana, la fruta preferida de este país. Japón ha probado la oferta de otros países más lejanos, como Ecuador, Vietnam o Mozambique, pero los japoneses tienen fijación por las bananas filipinas.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, y sus asesores económicos visitaron Tokio la semana pasada para conservar su hegemonía en el mercado japonés. Según uno de los dos acuerdos que firmaron, a partir de 2017, Japón importará 20 millones de cajas de bananas Cavendish al año, por cortesía de Farmind Corp. y por valor de 10.600 millones de pesos filipinos.
Farmind Corp. posee el 30% del mercado de importación de Japón. Uno de sus competidores, Sumifru Corp., filial de Sumitomo Corp., también presentó su declaración de intenciones al departamento de comercio de Filipinas, según la cual desea aumentar sus inversiones en la región de Dávao. Sumifru también suministra el 30% de las bananas que se venden en Japón, según Sumitomo.
Grandes entusiastas
Los japoneses adoran las bananas filipinas, según el agregado agrícola del país en Tokio, el doctor Samuel Animas, que añade que los acuerdos de inversiones con ambas empresas japonesas garantizarán el dominio filipino en el mercado bananero japonés.
Las bananas comenzaron a ponerse de moda en Japón después de la Segunda Guerra Mundial. Los mejores lugares para cultivarlas son los países tropicales, como Filipinas, cuya proximidad geográfica fue una ventaja, ya que los agricultores podían enviarlas más frescas a Japón.
Las empresas comerciales japonesas llevan invirtiendo en las explotaciones bananeras de Filipinas desde los años 60, especialmente en las de la región de Mindanao. Estas inversiones iniciales, como la de Sumifru, se han ampliado desde los años 80 a raíz del aumento de la demanda en Japón.
Entre 2002 y 2012, las importaciones japonesas de bananas filipinas aumentaron desde las 743.500 toneladas hasta los 1,027 millones de toneladas, según el último informe del mercado bananero de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Según datos del Gobierno de Filipinas, Japón importó 605.492 toneladas de bananas por valor de 277 millones de dólares en 2015, y representa más del 30% de las exportaciones anuales totales de bananas de Filipinas.
Nuevos consumidores
El amor de los japoneses por las bananas trasciende las generaciones, ya que esta fruta también tiene éxito entre la nueva clase trabajadora que no para de moverse y busca alimentos "ready-to-eat". Se trata de una fruta dulce y fácil de consumir para esta nueva generación de consumidores, según Animas.
"Los japoneses quieren empezar a consumir las frutas inmediatamente. Todo tiene que ser cómodo", aclara.
En marzo, el Japan Times afirmó que las bananas predominan sobre las otras frutas por "su comodidad y su economía", especialmente entre los jóvenes.