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La industria de las frutas y hortalizas frescas de México, Estados Unidos y Canadá opina:

¿Cambiar el TLCAN perjudicaría a la industria agrícola?

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos afecta muchísimo a uno de sus vecinos más cercanos, México. Ramón Paz, asesor de la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), opina sobre el futuro de los aguacates mexicanos en el mercado estadounidense.

A la APEAM le preocupa el discurso proteccionista y antimexicano de Trump, y seguirá con atención los futuros acontecimientos, ya que el 80% del mercado estadounidense del aguacate se compone de aguacates de México, que, a su vez, destina el 80% de sus exportaciones a EE. UU.

“Cuatro de cada cinco aguacates que se consumen en EE. UU. son de México y no hay ningún otro país que pueda abastecer al mercado estadounidense. Nos necesitamos”, afirma Paz. Por ese motivo, opina que el equipo de Trump debe analizar los datos de forma objetiva y racional, y no cambiar nada del mercado del aguacate.

“Trump ha dicho que México le roba el empleo a EE. UU. Sin embargo, en EE. UU. hay producción propia de aguacates de California, y no se ha perdido ni un solo empleo por los aguacates de México. Al contrario, la economía del país se ha beneficiado muchísimo. Desde que empezamos a entrar en Estados Unidos, el mercado ha crecido un 600%. En 1997, el consumo de aguacates per cápita era de 400 gramos, mientras que, en 2015, fue de poco más de 3 kilos por persona. Es un producto saludable y delicioso que beneficia a los consumidores estadounidenses, y la política comercial de Donald Trump los privaría de un producto muy común”.

El asesor continúa: “El comercio de nuestros aguacates crea casi 19.000 empleos en EE. UU., con salarios de 1.200 millones de dólares, y las actividades relacionadas con el aguacate de México están pagando 580 millones de dólares al año en impuestos a EE. UU. Nuestra contribución al producto interior bruto de EE. UU. es de 3.500 millones de dólares”.

“Por otro lado, Trump ha dicho que no quiere inmigrantes mexicanos ni crimen organizado. Tradicionalmente, Michoacán es uno de los estados más pobres de México, y, en los años 90, había más trabajadores de Michoacán en EE. UU. que en el propio Michoacán. En cambio, hoy, todo el negocio del aguacate de este estado está generando 75.000 empleos directos y cerca de 300.000 empleos indirectos”, añade.

La APEAM espera que las acciones políticas de Trump como presidente sean distintas a su discurso durante la campaña, y que tome decisiones más racionales y alejadas de dicho discurso.

Por último, el asesor explica que la moneda mexicana se ha devaluado un poco, pero no de forma constante. “Ha habido un ajuste estos días por la incertidumbre, pero creemos que se va a estabilizar y seguiremos trabajando”. Aparte de eso, Paz no espera muchos cambios en el mercado hasta que Trump tome posesión del cargo en enero. “El problema que podría haber, si nos ponemos a especular, es que el Gobierno de EE. UU. imponga un arancel. Si eso sucede, los que lo van a pagar son los consumidores estadounidenses, porque no hay alternativas fuertes al aguacate de México”, concluye.

Bram Hulshoff, director ejecutivo de Desert Farms, en EE. UU., también opina: “Todos los cambios que quiere hacer Trump requieren la aprobación de la asamblea plenaria. El presidente tiene mucha influencia en las políticas internacionales, pero, durante su discurso, declaró que se centraría en el terrorismo, entre otras cosas que no influirán directamente en nuestro sector. Ha mencionado que, en lo relativo al comercio internacional, Estados Unidos importa más de lo que exporta, y creo que no quiere que los alimentos sean más caros para los estadounidenses. Estados Unidos no es capaz de producir suficiente oferta para toda la demanda del país, por lo que creo que se centrará primero en otros sectores y no veremos cambios importantes a corto plazo. Al menos, eso sería lo mejor para todos nosotros".

En los últimos días, el peso mexicano ha registrado su mayor caída desde la crisis económica de 1994, con una bajada del 13% cuando se anunció oficialmente que Donald Trump sería presidente, hasta llegar al valor más bajo contra el dólar que ha tenido nunca. Hulshoff opina que esta debilidad del peso no influye demasiado en los negocios actuales, ya que cobran en dólares y pagan todos los productos, como los fertilizantes, en dólares, con la única excepción de los salarios, que se pagan en pesos, lo que significa que los costes de mano de obra serán más baratos para la compañía. “Sin embargo, en los últimos años, hemos tenido problemas con la mano de obra. Todos los años, los sueldos aumentan un buen porcentaje y, si el peso se mantiene débil con respecto al dólar, probablemente tendremos que volver a aumentarlos”, prevé.

No se prevén consecuencias en Canadá ni en EE. UU.
“Creo que interferir con el comercio de frutas y hortalizas no forma parte de la campaña de Trump, ni con el de México ni con el de Canadá. Me parece que Trump se refería más a la fabricación y el comercio de automóviles, y no creo que ninguno de sus vetos ni negociaciones afecten para nada a la agricultura”, comenta Felipe García, de Master’s Touch.

Su empresa cultiva tomates en Baja California, México. García no cree que nada vaya a cambiar inmediatamente. “Si hay cambios, no veo cómo perjudicarán a la industria de las frutas y hortalizas frescas. La oferta y la demanda se equilibran solas. En la industria del tomate, ya tenemos un acuerdo de suspensión para controlar la oferta de México a Estados Unidos”, comparte García. “Creo que sus comentarios acerca del TLCAN están más relacionados con la industria automovilística, pero aún es demasiado pronto para asegurarlo”, concluye García.

Nick Mastronardi, propietario de Double Diamond Farms, en Ontario (Canadá), comparte también su opinión: “Creo que no nos afectará. Es probable que la agricultura ya esté en una balanza comercial negativa. Nuestro clima del norte nos obliga a importar más de EE. UU. que al contrario”, añade.