En 1924, varios productores de aguacates se unieron y fundaron California Avocado Growers Exchange, una cooperativa que se encargaba de las ventas de aguacates, cuyo volumen por entonces era de 68 toneladas. Dos años después, cambiaron el nombre a Calavo, y, antes de terminar la década, la compañía construyó su primera planta de envasado en Vernon, California.
Guacamole
En 1931, su surtido se amplió con limas y aceite de aguacate, con el que Calavo dio el primer paso hacia los productos procesados. Diez años después, los beneficios para sus productores superaron el millón de dólares, y, en esta época, la compañía poseía 31 oficinas comerciales por todo Estados Unidos. A finales de los años 40, el surtido se amplió con papayas, cocos, mangos, kiwis, caquis y peras nashi.
Los 60 se caracterizaron por más expansiones, y se comercializó el primer guacamole con el nombre Avocado Dip. También hubo progresos a nivel internacional y Calavo dio sus primeros pasos en el mercado japonés. En su 50º aniversario, en 1974, sus ingresos ya habían alcanzado los 25 millones de dólares y, 25 años después, superaron los 150 millones de dólares. En 1997, se abrió una planta de envasado en Uruapan, México, cuyos aguacates se exportarían a Japón, Europa y Canadá.
OPV
Hasta entonces, Calavo había sido una cooperativa sin ánimo de lucro, pero, en 2001, sus miembros votaron en masa a favor de abandonar esta política. Esta decisión fue el primer paso para realizar una OPV un año después. Su 80º aniversario se celebró con la apertura de una planta de envasado de más de 90.000 m2 en Uruapan, México. Además, la compañía presentó un guacamole ultrapresurizado y comenzó a importar aguacates de la República Dominicana, lo que aumentó su volumen total a 69.000 toneladas al año.
En 2005, Calavo anunció una inversión colectiva con Limoneira Company, uno de los mayores productores de aguacates, y la sede de Calavo se trasladó al Limoneira Ranch, en Santa Paula, California. Un año después, se abrieron sendas plantas de envasado en California, Nueva Jersey y Texas, equipadas con una moderna tecnología de clasificado por firmeza acústica (AFS, por sus siglas en inglés). En los años siguientes, Calavo continuó avanzando fuera del sector de las frutas y las hortalizas: presentó sus totopos y colaboró con un productor de salsas y una compañía de procesado.
Batir récords
En 2012, al mejorar su planta de envasado en México, que gestionaba 2.721 toneladas de aguacates semanales, su capacidad aumentó considerablemente, y el crecimiento que lleva experimentando la empresa desde su creación todavía no ha terminado. "Me alegra y me enorgullece comunicar que Calavo Growers ha batido un récord en sus resultados operativos con respecto a 2015", escribe su director general, Lee Cole, en el informe anual. Sus resultados incluso superaron al récord que consiguió el año anterior.
El año pasado, sus ingresos netos fueron de 856,8 millones de dólares, mientras que los del año anterior fueron de 782,5 millones, un aumento que coincide con el de las ventas individuales de aguacates de la compañía, del 16% y con el que Calavo intenta mantener el ritmo del crecimiento del mercado total, que supera las 907.185 toneladas. Calavo envasó más de 15,9 millones de cajas de aguacates el año pasado, concretamente 34.263 toneladas de aguacates de California, que se suman a las 141.843 toneladas que comercializó desde otras partes del mundo. Los mayores países de origen de Calavo son México y Chile, y la empresa también busca oportunidades para importar desde Perú.
Además de los aguacates, Calavo comercializa otros productos, como piñas, tomates y papayas, que tienen un gran potencial. A pesar de que el mercado de los tomates en EE. UU. parecía haberse estancado en la primera década de este milenio, actualmente su demanda ha aumentado gracias a las nuevas variedades. El mercado de la papaya también está en pleno desarrollo, y su consumo en EE. UU. se ha duplicado en los últimos diez años.