"Nuestra vista ha evolucionado para identificar bayas, frutas y hortalizas particularmente nutritivas entre las hojas del bosque. La visión humana es tricromática, somos muy eficaces distinguiendo el rojo del verde, y nuestro estudio muestra que el color guía nuestras elecciones", explica Raffaella Rumiati, neurocientífica de SISSA y coordinadora de este nuevo estudio.
"Generalmente, escogemos los alimentos por su alto contenido calórico. En los alimentos naturales sin procesar, el color es un buen predictor del contenido de calorías. Cuanto más rojo sea un alimento sin procesar, mayores calorías tiene. De hecho, los alimentos verdes suelen ser menos calóricos", añade Francesco Foroni, investigador en SISSA.
"Los 68 participantes del estudio consideraron que los alimentos rojos eran más "estimulantes" y caloríficos que los alimentos verdes", apunta Giulio Pergola, investigador de la Universidad de Bari.
"No obstante, cabe recordar que esto solo ocurre con los alimentos. Esta preferencia no se da con los objetos no comestibles. Nuestro código de colores del sistema visual solo se activa, por tanto, ante un estímulo alimentario", continúa Rumiati.
Este estudio puede considerarse un punto de inicio para profundizar en el conocimiento de nuestro sistema visual e incluso desarrollar estrategias de marketing más efectivas y tratamientos específicos para los desórdenes alimentarios. "Se están haciendo muchas cosas para fomentar los alimentos saludables; por ejemplo, se está alentando al público a que reduzca la ingesta de alimentos hipercalóricos. Tal vez podría utilizarse el color de los alimentos en este sentido".
Más información:
Francesco Foroni, Giulio Pergola, Raffaella Ida Rumiati, 'Food color is in the eye of the beholder: the role of human trichromatic vision in food Evaluation', 14 de noviembre de 2016, Scientific Reports, 6:37034, DOI: 10.1038/srep37034. www.nature.com/articles/srep37034