"El mercado de los tomates de 'snack' crece con la oferta"

Falta poco para cerrar la temporada holandesa y el mercado de los tomates de "snack" sufre mucha presión. Este producto continúa abriéndose paso y ha tenido una buena temporada, pero actualmente hay importaciones de sobra, por lo que los precios no son muy buenos. Aun así, Bart Zeevenhoven, de Scherpenhuizen, no pierde el optimismo ni la fe en el mercado para la próxima temporada.

Mientras se intentan vender los últimos tomates holandeses, el mercado se ve invadido por los productos del sur de Europa y del norte de África. "No debemos subestimar a Marruecos", opina Zeevenhoven. "Creemos que conocemos bastante bien el sector español, pero estoy convencido de que no es así, y aún sabemos menos del cultivo marroquí. Túnez también está creciendo, en parte por los agricultores holandeses que se han trasladado allí. Además, en noviembre hemos tenido ventas mediocres y condiciones meteorológicas desfavorables. Tenemos pocos pedidos y demasiados productos, especialmente si añadimos la oferta de todos los países".

Sin embargo, aunque el mercado se encuentre en una situación moderada, Zeevenhoven no pierde el optimismo. "Será un poco más fácil cuando Países Bajos deje el mercado. Entonces será diciembre, con las vacaciones, que son un punto de inflexión". Además, la temporada ha sido muy buena hasta ahora. "El sector minorista fue nuestro motor desde el principio. Sufrimos algunas heladas en junio, y a partir de entonces tuvimos o bien escasez o bien la oferta justa, pero no tuvimos excedentes ni una vez".

La temporada pasada, fue evidente que los minoristas habían elegido una variedad concreta y no querían otra. "Eso fue lo que nos impulsó desde el principio, pero no recibimos ningún tipo de comunicado hasta el momento de la siembra. Los productores que tenían la variedad correcta triunfaron, y, para el nuevo año, ya tenían claro qué variedad iban a elegir", continúa Zeevenhoven. "Quieren que los tomates sean correctos en general: que tengan un aspecto brillante y colorido, y, sobre todo, que tengan el sabor adecuado. El sabor lo decide todo".

Es más, Zeevenhoven percibe cada vez más diversidad en los colores. "Pedimos específicamente a los productores tomates de distintos colores: amarillos, marrones y naranjas, para combinar. Llevará un poco de tiempo que se vuelvan habituales y, evidentemente, nunca se sabe cuándo llegará ese momento, aunque nos hemos percatado de que a los tomates de colores les ha ido bien en los últimos años". Cabe destacar que la aceptación de los tomates amarillos tardó mucho tiempo, mientras que la de los naranjas y los marrones ha sido mucho más rápida. "Parece que los consumidores se han acostumbrado a ver más colores aparte del rojo".