Instante del segundo día del congreso "La mela nel mondo" en Interpoma 2016.
Los consumidores tienen expectativas y comportamientos concretos con respecto al producto que compran, lo perciben de una forma específica. Estos elementos están determinados por las experiencias de compra previas, así como por las características del producto, como aspecto, aroma, firmeza, etcétera.
Como si no fuera lo bastante complicado, también hay elementos propios de las manzanas, que son la única fruta en la que la variedad y el origen tienen una fuerte relevancia.
La única certidumbre es que un buen sabor es la primera característica que los consumidores buscan en el caso de las manzanas.
Hacer predicciones sobre el futuro es todavía más difícil. "No tenemos ni idea de en qué tipo de consumidores se convertirán los niños de 6 años. Los consumidores adultos están bastante segmentados. Por supuesto, el consumo de hoy afectará a su comportamiento futuro, pero no sabemos en qué sentido".
Alessandra Castellini, investigadora de la Universidad de Bolonia.
Como señala la investigadora Alessandra Castellini, un estudio de los consumidores de manzanas llevado a cabo por la Universidad de Bolonia basado en un número limitado de consumidores de la región de Bolonia muestra cómo está evolucionando el consumo.
El consumo medio está disminuyendo, en torno a 1 kilo semanal por familia, frente a los 1,3 de 2003. El 75% de los entrevistados considera la fruta como un "snack" y el 40% la consume cuando come o cena fuera de casa. El 97,7% consume manzanas en fresco.
Momento de la presentación de la investigación de la Universidad de Bolonia.
Una serie de pruebas confirma que los consumidores de manzanas están dispuestos a pagar más, en especial para las manzanas amarillas (la Golden Delicious es la variedad más demandada, mientras que la única variedad club conocida es la Pink Lady®) y algunas bicolor, mientras que les gustaría gastar menos en variedades rojas y verdes.
El origen también es importante, pues los consumidores están dispuestos a pagar más por las manzanas de Trentino-Tirol del Sur, que se perciben de mayor calidad, y por las de la Emilia-Romaña, que, en este caso, se consideran locales.
La verdadera sorpresa llega con las manzanas ecológicas, que las compran casi en exclusiva los consumidores más cultos. El hecho de que una manzana sea ecológica no parece tener tanta importancia para los consumidores, que están dispuestos a pagar solo 18 céntimos de euro por kilo por ellas.