"En los meses de invierno de Canadá, traemos nuestros pimientos (rojos, verdes y naranjas) de Países Bajos y España, y dependemos del producto de Ontario y México en verano", explica Olivier Banon, de Fruigor. "El precio de los pimientos está muy influenciado por los tipos de cambio", añade. Con los actuales tipos de cambio, los productores de Ontario prefieren vender su producto a Estados Unidos en lugar de mantenerlo en el mercado canadiense. Por el mismo motivo, los productores mexicanos no quieren vender en Canadá y van directamente a Estados Unidos. Por irónico que parezca, los pimientos disponibles en las tiendas canadienses proceden, principalmente, de Países Bajos y España".
El mercado canadiense está abierto
Entre octubre de 2010 y octubre de 2015, el arancel de exportación para los pimientos holandeses y españoles en Canadá fue del 193 por ciento para evitar el dumping. Hace un año, este arancel se retiró y los pimientos de Países Bajos y España están entrando de nuevo en Canadá. "A mí me parece un avance positivo", opina Banon. "Permite una competencia sana a los productores y ofrece oportunidades de exportación. El comercio es una carretera de doble sentido", puntualiza.
El espacio aéreo es reducido
En estos momentos, la oferta y la demanda están bastante equilibradas. "La producción española casi ha finalizado, pero Países Bajos está tomando fuerza". Por Acción de Gracias, la demanda ha sido fuerte y los precios han empezado a subir. "Es una tendencia normal en esta época del año y continuará en diciembre", señala Banon. El producto enviado por avión registra entre 18,50 y 20 dólares canadienses (13-14 dólares estadounidenses) por caja de 5 kilos. Planificar la logística es fundamental en esa época del año. "El espacio aéreo se reduce en Navidades, lo cual puede complicar subir el producto al avión", concluye Banon.
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Olivier Banon
Fruigor
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