Los estafadores son cada vez más sofisticados. Los miembros de Evofenedex fueron engañados con direcciones de correo electrónico de aspecto legítimo y compradores que parecían confiables. Uno de los miembros de esta organización empresarial holandesa cuenta cómo fue víctima de este fraude de exportación increíblemente sofisticado.
¿Exportar productos a un comprador aparentemente confiable en África y perder miles de euros? Esto fue lo que le sucedió a más de un miembro de Evofenedex. Un comprador, considerado confiable por los bancos y las aseguradoras de crédito, desapareció sin dejar rastro tras completarse el envío. Esta forma de criminalidad se asemeja a la suplantación de identidad y es difícil de resolver por la policía. Las aseguradoras tampoco compensan este tipo de daños.
Aparente confiabilidad
Uno de los miembros afectados quiso compartir su experiencia para advertir a otros exportadores sobre ello. Su empresa produce fertilizantes hortícolas y exporta a más de 90 destinos, incluyendo muchos países en África y Medio Oriente. Un pedido de compra de un negocio en el Reino Unido entró a través de un agente turco.
"Parecía un pedido interesante de una multinacional de renombre. Querían que enviásemos ocho contenedores llenos de fertilizante a una de sus subsidiarias en Uganda", cuenta el director general de la empresa embaucada.
"Las comunicaciones fueron bien, y el cliente claramente sabía mucho sobre el mercado". Cuando el banco y la aseguradora de crédito dieron el visto bueno, se enviaron los contenedores. "En ese momento, un colega se encontraba casualmente cerca de la oficina del cliente en el Reino Unido. Quería contactar con ellos para tantear si podíamos esperar más pedidos en el futuro. Resultó que la empresa no sabía nada de esto, pues nunca habían hecho un pedido con nosotros y tampoco conocían a las personas de contacto".
Peligro de fraude
Fue entonces cuando comenzaron a sonar las campanas de alarma y se verificó minuciosamente el pedido de compra. Parecía que todo contacto se había dado con las personas de la empresa británica. No se recibieron correos electrónicos de diferentes divisiones, como administración, compras, etc. La dirección de correo electrónico también parecía correcta. Sólo había una letra que era diferente a las direcciones de correo electrónico del negocio real. A través de una acción rápida, la empresa afectada logró recuperar cinco de los ocho contenedores. Sin embargo, sufrieron una pérdida de alrededor de 100.000€. La historia de esta empresa es similar a la de otros miembros de Evofenedex, donde también se utilizó una dirección de correo electrónico falsa para parecer confiables. En algunos casos, los daños ascienden a medio millón de euros.
Vincent Pool, abogado de Van Traa Advocaten en Rotterdam, se ha ocupado de varios casos de este tipo. Los proveedores han sido estafados de una manera sofisticada. "Los exportadores tienen que lidiar cada vez más con estafadores que tienen un buen conocimiento de los productos y del mercado. Se hacen pasar por empresas existentes y confiables. Las aseguradoras de crédito verifican los estados financieros anuales, y en general, aceptan el riesgo. Desafortunadamente, después sale a la luz que los bienes no se han vendido a una empresa existente. Los delincuentes utilizan los detalles de una empresa existente, y las aseguradoras de crédito no cubren este tipo de riesgo. El exportador se enfrenta a una trampa financiera para la que no está preparado", explica Pool.
Denuncia
La policía aconseja a las víctimas de fraude que siempre denuncien estos crímenes. Los expertos evaluarán si una investigación es factible y posible, reportando los desarrollos en el caso. Acudir a la policía en los países donde se originan estos crímenes suele llevar mucho tiempo, y los culpables tampoco suelen ser detenidos. Los crímenes habitualmente provienen de países en África, Europa del Este o Medio Oriente. Acercarse a las aseguradoras de crédito tampoco sirve de nada porque no cubren las pérdidas debidas a las actividades fraudulentas.
Fuente: Evofenedex