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"Unir al sector en una normativa de calidad consensuada es posible"

España espera entre un 35 y un 40% menos de kaki

Los efectos de las heladas a principios de año y de los pedriscos en primavera y verano en las zonas productoras de kaki valencianas, las más importantes en volúmenes en España, se verán traducidos en alrededor de un 35-40% menos de producción de esta fruta de cara a la próxima campaña, que empezará en otoño.

"De momento parece que cosecharemos entre un 35 y un 40% menos de producción de kaki de lo que esperábamos antes de que tuvieran lugar las heladas y las tormentas de granizo, lo que equivalía a unos 360 millones de kilos", cuenta Pascual Prats, nuevo presidente de la Asociación Española del Kaki. "No habrá escasez de kaki, pero tampoco va a sobrar"



Si bien debido a las bajas temperaturas en primavera, la cosecha lleva un retraso de unos quince días en estos momentos, Prats asegura que los tratamientos que suelen hacerse para adelantar las cosechas harán que los mercados dispongan de kaki en las fechas habituales. Por lo que respecta a los calibres, aunque todavía es pronto para saberlo, el hecho de que haya caído tanto kaki de los árboles, hace que estos tengan menos carga de fruta en general y por tanto haya abundancia de tamaños grandes. "Esperamos disponer de calibres similares a los de la campaña pasada", afirma Pascual Prats.

"Esperamos unir al sector en una normativa de calidad consensuada"
Uno de los mayores objetivos que persigue el nuevo presidente de la Asociación Española del Kaki es llegar a un consenso con todas las partes que representan al sector del kaki y a los distribuidores al por mayor y del retail, para establecer una normativa de calidad que defina al detalle lo que debería ser categoría I o categoría II.

"Tenemos que llegar a un acuerdo todos, desde las asociaciones de productores, el Consejo Regulador de la D.O. Kaki Ribera del Xúquer, pasando por las comercializadoras y hasta los representantes de la gran distribución y mercados mayoristas, para alcanzar una normativa específica de calidad. Los distribuidores de kaki deben entender que los productores no podemos producir frutas perfectas como si fuesen bolas de billar, y más en campañas como esta. El hecho de que una fruta tenga alguna pequeña ralla en la piel no significa que no sea apta para consumir con las mejores propiedades organolépticas, y mucho menos para que se deprecie tanto el valor. Podemos acordar, por ejemplo, que estas pequeñas rallas en la piel no alcancen más de 1,5 centímetros", explica Pascual Prats. "Es muy importante que haya un consenso absoluto en el sector del kaki para que la distribución nos escuche", remarca.

"Soy muy optimista respecto a una posible unión total del sector del kaki y creo que vamos por el buen camino. Aunque realmente seamos competidores en el mercado, todos perseguimos un interés común, y es que el kaki siga siendo un producto rentable, y para eso debemos pensar primero en el agricultor", señala.

Pascual Prats realizará pronto, junto a otros representantes y exportadores del sector, una misión comercial a China y entablarán conversaciones con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca para agilizar los protocolos con este país. "Necesitamos abrir urgentemente el mercado chino debido a su potencial comprador. Los precios del kaki están tocando fondo en los últimos años en Europa

"Disponer de una sola variedad de referencia es una ventaja"
La variedad más plantada con diferencia en España es la Rojo Brillante, una fruta muy apreciada por los mercados en todo el mundo y que con una buena planificación en campo y en cámaras de conservación, puede distribuirse en los mercados durante 5 o 6 meses. Con volúmenes más minoritarios existen otras variedades como Maxim, que se cosecha entre dos y tres semanas antes que Rojo Brillante; Ernesto, que es similar al Rojo Brillante, pero con calibres más grandes o la variedad Fuyu.

Mientras que para algunos parece que disponer de una sola variedad de referencia es un factor limitante en la comercialización y la expansión de este fruto, para Pascual Prats es una ventaja. "Cuando los consumidores compran un kaki de España, que en más del 90% de los casos es Rojo Brillante, saben qué sabor esperar. Existen por ejemplo, multitud de variedades de clementina, lo cual a menudo genera confusiones entre los consumidores. Dependiendo de Rojo Brillante conseguimos mucha más homogeneidad en sabor, calidad e identificación del producto".