Está recibiendo este mensaje porque es la primera vez que visita nuestro sitio web. Si continúa recibiendo este mensaje, habilite las cookies en su navegador.
Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.
Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web. ¡Gracias!
You are receiving this pop-up because this is the first time you are visiting our site. If you keep getting this message, please enable cookies in your browser.
Kees van den Bosch, de Freeland:
"Estábamos a punto de empezar a traer lechuga iceberg en avión"
"Este verano, la lechuga iceberg ha ido de mal en peor. Estábamos a punto de empezar a traer lechuga iceberg en avión, pero en el último momento estuvo disponible el producto más próximo a nosotros y lo cancelamos", revela Kees van den Bosch, de Freeland. Aún es complicado conseguir cantidad suficiente de este producto y los precios rondan los 8-10 euros por baja. "Freeland opina que la calidad es muy importante, pero no es fácil encontrar la calidad suficiente bajo estas circunstancias, aunque muchos clientes ahora se muestran más flexibles". Como es natural, las ensaladas han formado parte de muchos menús este verano y los compradores estaban dispuestos a pagar precios considerables. "Tal vez porque la ensalada, en su conjunto, no era demasiado cara, ya que los tomates han estado muy baratos en las últimas semanas", apunta Kees.
Por lo tanto, la empresa ha tenido que buscar producto disponible este verano. La red de Freeland se extiende por toda Europa e incluso fuera de ella. "Se nos podría comparar con unos vasos comunicantes. Traemos productos a regiones donde hay escasez y viceversa. En verano, hemos hecho muchos viajes de ida y vuelta. Las diferencias entre países e incluso entre regiones son enormes. En el sur de los Países Bajos ha habido muchos problemas de calidad con la lechuga iceberg. Allí ha habido 5 grados más que en el norte del país, donde también ha habido agua disponible de sobra. En cuanto a la coliflor, por ejemplo, ha sido extraño que una región del Reino Unido haya tenido excedente mientras en la otra ha habido una escasez terrible".
La situación meteorológica extrema se ha traducido en un verano complicado. "El verano ha sido extremo en los Países Bajos, pero lo ha sido todavía más en otros países. En Polonia se han perdido campos enteros de coliflores a causa del calor. Desde el punto de vista del comercio, las condiciones meteorológicas extremas son favorables. Hemos podido hacer mucho por nuestros clientes por este motivo, y hemos tenido un buen año. Si los veranos se vuelven más secos y más largos, será más cuestionable si podremos continuar solucionando problemas. En particular porque ha sido un año muy difícil para muchos productores, en especial para quienes tienen obligaciones que cumplir, que tendrán que esperar a ver si pueden mantener el ritmo. El cambio climático está provocando una situación tensa: las plantas se confunden y eso causa muchos problemas, y los pesticidas son mucho menos efectivos cuando el tiempo es seco. Los productores no pueden utilizar muchos pesticidas en cualquier caso, y por el calor, se evaporan demasiado rápido. Por eso muchos puerros están afectados ahora por los trips".
Ahora que el verano está acabando, el comercio de hortalizas almacenadas está empezando a entrar en pleno apogeo. "Ahora comerciamos más con estas hortalizas que otros años. Las existencias aún son pequeñas y esa es una perspectiva favorable para cuando haya mayores volúmenes disponibles en almacenes", concluye Kees.