La clementina de Córcega es un clásico en las festividades de dicha isla, sin embargo, este año puede que escasee. En efecto, a causa del movimiento de los chalecos amarillos, se han bloqueado cerca de 700 toneladas de clementinas de Córcega en los camiones de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, provocando la interrupción de su cosecha en Córcega.
Por el momento, las pérdidas no son muy grandes, pero esto afecta a toda la producción insular. «Las restricciones de Indicación Geográfica Protegida no nos permiten superar las 72 horas desde la cosecha hasta la entrega al consumidor. Esta vez, se han limitado los daños, ha funcionado el 75 % de la expedición», explica François-Xavier Ceccoli, presidente del grupo Corsica Comptoir.
Para prevenir los daños, la cadena se ha anticipado a los bloqueos deteniendo temporalmente el envasado de clementinas. En cambio, esta situación no funcionará si permanecen los bloqueos. «Hemos tomado la única decisión posible al detener la cosecha. Las frutas están mejor en los árboles que en las carreteras. Pero el equilibrio es frágil, ya que el fruto está maduro y hay que recogerlo. Este va a ser un buen año en cuanto a producción. Los árboles están cargados, pero con frutas de un menor tamaño. Esto significa que se comercializará en bandejas envasadas, menos tolerantes a la duración del tiempo de transporte. También nos hemos enfrentado a una fuerte humedad, lo que implica que la fruta evoluciona más rápido, con un aumento del porcentaje de rechazo en la entrada a plataformas. Para no tirar las frutas, las donaremos a asociaciones caritativas en el continente francés».
«En resumen, continúa François-Xavier Ceccoli, va a ser un año complicado, por las condiciones meteorológicas, el tamaño de las frutas y los bloqueos... que son legítimos, según convenga. No elegiremos bando, continuaremos trabajando, pese a que continúe la inquietud».
Fuente: Corse Matin