Con el movimiento de los chalecos amarillos, la isla de Reunión se enfrenta a una situación de crisis. En efecto, está hoy en día expuesta a un riesgo real de escasez en productos de primera necesidad, incluso de necesidades vitales, según el gobierno de la isla.
La situación es particularmente tensa en la isla. La ministra de Ultramar, Annick Girardin, incluso ha tenido que cesar sus funciones tras un encuentro con los manifestantes.
Hoy, el gobierno anuncia que había "un riesgo probado de alteración del suministro de alimentos de primera necesidad, incluso de necesidades vitales" en la isla, "debido al bloqueo del puerto marítimo". Y todo esto pese a los esfuerzos por recobrar la normalidad.
Miles de contáineres están todavía en espera. Incluyen "productos frescos, trigo para las panaderías, materias primas destinadas a la fabricación de alimentos para animales, medicamentos y material médico para centros hospitalarios y establecimientos de recepción de personas mayores...".
Se han retomado las conversaciones con los chalecos amarillos de la isla, pero esta vez mediante videoconferencia.
Fuente: LCI