La cosecha de naranja ha comenzado en Aydin, una ciudad turca del suroeste del país, que es una de las zonas productoras de cítricos más importantes de Turquía. Dado que los citricultores han perdido una gran cantidad de mandarinas este año a causa de la mosca mediterránea de la fruta, han adelantado la cosecha para mantener la calidad del producto.
Ahmet Kurban, agricultor que ha comenzado a cosechar naranjas en el distrito Kuyucak de Aydin, se queja de que, si bien los naranjos han dado una buena cosecha este año, las condiciones son complicadas y caras. Kurban dice que, basándose en el pronóstico meteorológico, han empezado a cosechar antes de lo habitual y hace hincapié en el posible impacto del fío en los cítricos: "Hemos empezado a cosechar las naranjas para evitar los posibles daños que podrían aparecer cuando las temperaturas caigan por debajo de los 0 grados centígrados. Ahora mismo los precios oscilan entre 0,30 y 1 liras [de 0,05 a 0,16 euros]. Estos precios son demasiado bajos como para que los productores puedan ganarse la vida".
"Los insumos se encarecen cada año, pero los precios no cambian"
Elmas Yaprak es otro productor que también se queja de la situación. Afirmando que las condiciones de vida de los agricultores empeoran cada vez más, Yaprak explica que el precio por kilo de las naranjas a granel ha sido de 1,5 liras (0,25 euros) en los últimos años y que ahora es solo de 0,5 liras (0,08 euros). "Nuestros costes no dejan de subir, pero el precio del producto baja. Merecemos que nos paguen 1,5 liras. No es normal que el producto que nos pagan a 0,5 liras [0,08 euros] se venda en el mercado a 2-2,5 liras [0,33-0,41 euros]. Aunque producimos las mejores naranjas de Turquía, nos lastra esta situación. En Turquía, los intermediarios siempre ganan. Este sistema se tiene que acabar".
Las naranjas turcas también tienen demanda en los países extranjeros. Las naranjas de Aydin se exportan principalmente a Rusia, y también al resto del mundo.
Fuente: IHA