Con 30 años de experiencia en el cultivo de la papaya, tres productores canarios decidieron dejar de acudir a las cooperativas locales para la comercialización de papaya para llevar a cabo ellos mismos esta tarea, creando la marca Sweet Papaya. Sus plantaciones se ubican en la zona norte de Tenerife, que posee unas condiciones climáticas muy favorables para el cultivo de este fruto.
“Producimos entre 800.000 y 1.000.000 kilos de papaya anuales. El 60% de los cuales comercializamos en el mercado local y el resto lo destinamos a exportación, tanto a la península ibérica como a otros países europeos. Enviamos el producto de mayor calidad a exportación”, cuenta Guillermo González de Aledo, socio de Sweet Papaya.
En estos momentos la papaya canaria goza de un buen mercado con buenos precios, ayudados por el auge de la demanda de productos exóticos que suele darse en las semanas previas al período navideño y por la escasez de papaya que hay en estos momentos de otros orígenes. “Hay poca papaya de Brasil y otros países sudamericanos y al mismo tiempo, todavía no hay una alta disponibilidad de papaya de las Islas Canarias. A partir de finales de febrero se intensificará la competencia con Brasil”, explica el productor y exportador.
Si bien en el sur de la península hay agricultores que están llevando a cabo proyectos de cultivo de papaya, no está resultando ser una tarea fácil, ni en materia de calidad ni de costes de producción, comparado con la producción en Canarias. “El cultivo de la Papaya necesitan una temperatura constante alrededor de 25 grados para poder desarrollar un fruto de alta calidad. Ya resulta un reto para nosotros, en comparación con otros países productores de América Latina, producir papaya de alta calidad debido al clima. En Almería o Málaga, aunque hay muy buenos agricultores, la climatología con inviernos más fríos y veranos más calurosos dificulta todavía mucho más el cultivo de este producto, el cual pueden ofrecer con calidad aceptable durante solo 3 meses al año. También hay productores que están empleando invernaderos con calefacción, pero los costes son muy elevados”.
De momento, la papaya es un fruto relativamente desconocido en los mercados europeos en comparación con otros productos del segmento de tropicales, como el mango o el aguacate. No obstante, de acuerdo con Guillermo González de Aledo, los beneficios que aporta a la salud están impulsando cada vez el interés de los consumidores y podría llegar a ser tan popular como el mango o el aguacate.
“Creo que si se hacen las cosas bien en materia de calidad y podemos ofrecer a los consumidores un buen producto y sabroso, la papaya tiene mucho potencial”, señala Guillermo. De hecho, la papaya canaria es bien valorada en el mercado europeo, ya no solo por su calidad gustativa sino también por su sostenibilidad. “Muchos de nuestros clientes valoran que la papaya venga en barco y no en avión, para reducir la huella de carbono. Cada vez son más los supermercados que prefieren consumir papaya europea frente a la papaya de Sudamérica, en la tendencia hacia un mayor cuidado del medio ambiente. La papaya española es relativamente nueva en el mercado europeo y parece que en estos primeros años los mercados nos han estado testando. Ahora que nos conocen más, la demanda va en aumento”, añade.
Las papayas de esta empresa canaria tienen disponibilidad durante todo el año, aunque los meses con más y mejor producción son desde el 1 de noviembre hasta el 31 de julio. “En verano cosechamos lo que hemos cultivado durante el invierno, por lo que los grados Brix son más bajos y la piel es menos atractiva por las manchas ocasionadas por el frío. Nuestro objetivo es mejorar las infraestructuras para poder disponer de la misma calidad durante todo el año”.
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Guillermo Gonzalez de Aledo
Sweet Papaya
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