Rusia parece decidida a comenzar el deshielo de ese témpano que levantó en 2014 cuando anunció que cerraba sus fronteras a la entrada de la mayoría de los productos agroalimentarios procedentes de la UE y de otras partes del mundo.
El último gesto de la Federación Rusa, y quizá el más relevante hasta ahora, es el permiso para que la UE envíe de nuevo vacuno vivo: una autorización que se acaba de aprobar.
También ha dado su visto bueno para la entrada de ganado porcino vivo, si bien en la práctica no podrán reanudarse porque se mantiene en vigor un embargo alimentario anterior.
Son dos guiños que indican las intenciones de Rusia de comenzar a retirar ese embargo que lanzó como reacción a las sanciones económicas que le impuso la UE en 2014 por la gestión rusa sobre crisis de Crimea.
A la espera de la reapertura
Desde esos dos sectores ganaderos esperan que, efectivamente, sea el inicio de un proceso que culmine en la reapertura del país.
Es importante si se tiene en cuenta que España era su tercer proveedor de fruta (más de 330 millones de euros anuales) y sexto de carne (casi 270 millones anuales).
En 2015, las exportaciones de España a la Federación rusa cayeron en 785 millones, según un estudio que publicó el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), en el que se puede comprobar cómo los envíos de carne, pescado y hortofrutícola se redujeron prácticamente a cero.
El sector agroalimentario comunitario está pendiente de estos movimientos y los próximos meses se antojan esenciales para comprobar si el Gobierno de Vladimir Putin sigue haciendo concesiones que restablezcan la normalidad de las relaciones comerciales.
Fuente: efeagro.com