El temporal no cesa en el Levante español. Las lluvias de más de 350 litros por metro cuadrado en las últimas 24 horas han provocado el desbordamiento de ríos, algún tornado e inundaciones, y ya se han cobrado las dos primeras víctimas en la localidad albaceteña de Caudete.
La Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia son las comunidades más afectadas en estos momentos. No obstante, lo peor todavía está por venir en Valencia, Alicante y Murcia, hasta el domingo. La Región de Murcia registra por primera vez en su historia alerta roja por lluvias, la mantendrá hasta el viernes por la mañana, con una probabilidad de lluvia acumulada de 70 litros por metro cuadrado en una hora y hasta 200 litros en doce horas. Mientras tanto, en Almería se mantiene el código naranja.
Situación de la vía del tren en la Font de la Figuera, en la provincia de Valencia. Más de 200 litros por metro cuadrado se han acumulado en 10 horas.
De momento, a pesar del mal tiempo, la asociación de productores La Unió de Llauradors informa que tiene poca afectación en los cultivos de la Comunidad Valenciana, excepto algunas excepciones.
"La lluvia es buena para las clementinas y mandarinas en Castellón, donde la cosecha comienza entre finales de octubre y principios de noviembre. Estas lluvias ayudarán a la fruta a adoptar más calibre", explica Carles Peris, secretario general de esta organización. "Los daños podrían ser más importantes en la provincia de Valencia, especialmente para los kakis, debido a los fuertes vientos. En cuanto a los cítricos, todavía no se han cosechado las primeras Satsuma, que podrían verse algo afectadas si el agua permanece estancada en las plantaciones con altas temperaturas, lo cual causaría infecciones fúngicas en los cítricos. En Alicante, los cultivos más afectados serán la uva de mesa y las granadas, que posiblemente presentarán daños por rajado en la piel. Más que en las propias producciones, los daños más importantes se presentan en infraestructuras como caminos y vías rurales. La parte positiva es que se llenarán las reservas de agua para riego y para la generación de electricidad".
De acuerdo con los productores murcianos, "lo peor está por venir". En cultivos como la lechuga y otras hortalizas de hoja, brócoli y coliflor, todavía no se ha plantado ni la mitad de la superficie destinada a la próxima campaña de exportación. No obstante, el estado en el que posiblemente quedarán los campos tras el temporal hará que se retrase la siembra y que, por tanto, la campaña empiece más tarde con buenos volúmenes.