La producción de tomates en algunas zonas puede disminuir, pero en realidad nunca se detiene por completo: ahora se produce 12 meses al año en toda Europa, de norte a sur. Esto ciertamente también ocurre en Sicilia, donde afrontarán la campaña de ciclo largo invernal, que sigue siendo con diferencia la producción más importante.
Giudo Grasso, director de Azienda Agricola Dorilli y un experto en el sector, nos ha dado su punto de vista sobre la situación actual de la campaña de tomate de mesa en Italia y en Europa.
Guido Grasso
La temporada de verano
"La diferencia entre el año pasado y este año muestra una reducción de los trasplantes de verano en julio, y una mayor concentración de los mismos entre septiembre y octubre. Esto se debe a la creciente dificultad de producir en condiciones meteorológicas extremas, que, por un lado, estresan a las plantas y, por otro, implican una mayor transmisión de las enfermedades entre las plantas, lo que limita su rendimiento. Tendremos, en comparación con el año pasado, una producción inferior en octubre y noviembre y una mayor de diciembre a abril", nos dice Guido.
"Se trata de modelos cíclicos, que se repiten periódicamente sin afectar la tendencia de producción normal. Después de todo, nuestra temporada de producción nunca se detiene y, a pesar de la reducción de los volúmenes estivales, Sicilia sigue siendo el líder en la región euromediterránea".
"Hasta hace unos 7 años, la producción de verano era realmente mínima o nula, ahora siempre hay una pequeña parte del producto, incluso si los protagonistas en este período siguen siendo los cultivos del norte de Italia y Europa. Cuando el centro-norte de Europa comienza a reducir la producción, en septiembre, la demanda de suministro de Sicilia comienza a subir, como en este momento, y de hecho registramos precios buenos, en línea con este período".
Producciones de invierno
"Las producciones de invierno en Italia, España y Marruecos comienzan aproximadamente en la primera década de noviembre con un suministro sostenido de productos, incluso si ya se comercializan cantidades pequeñas a partir de octubre", explica el gerente. "Marruecos y España están mejor estructurados para exportaciones, ya que producen principalmente para los mercados europeos, mientras que Italia produce para el mercado interno, donde se vende el 80% de la nuestra producción. A partir de noviembre, Sicilia también comienza con la exportación, especialmente con el producto de rango medio-alto, con el que tiene un potencial interesante en términos de valor".
El mercado europeo
"En mi humilde opinión, el mercado del tomate está demasiado fragmentado. Encontramos productos de muchos colores, formas y tamaños que, nacidos de la necesidad de captar la atención del consumidor, terminan creando confusión. También existe una segmentación en términos de valor: económico, intermedio y alto".
"Dorilli pertenece a la clase intermedia y alta. En Italia hay una mayor búsqueda de productos de gama alta y media-alta; para esta campaña, que acaba de comenzar, la tendencia debería seguir creciendo. En el extranjero, las producciones de alta gama están dominadas por cultivos holandeses bajo luz artificial y las posibilidades de entrar en este rango son limitadas ".
Perspectivas para el tomate siciliano de alto sabor en el mercado europeo
Guido concluye: "Dejando de lado el factor económico, el sector del tomate siciliano de alto sabor puede apuntar a posicionarse en los mercados del centro y norte de Europa en el segmento medio-alto. Ciertamente, los mercados están cada vez más saturados y hay mucha competencia, pero el producto siciliano de alta calidad, que logra expresar garantías tangibles a nivel organoléptico y fitosanitario, puede encontrar espacio en el mercado, ya que tiene un atractivo mayor para el consumidor europeo, en comparación con los tomates de España o Marruecos".
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