Después de los primeros signos de inestabilidad típicamente otoñal en los primeros días de septiembre, vuelve el buen tiempo veraniego a Italia.
De hecho, desde el jueves pasado y durante todo el fin de semana, las temperaturas han superado los 30 °C, con picos de hasta 36 °C en algunas zonas de Sicilia y Cerdeña. Este clima favorece el consumo de frutas de verano antes de que se dejen de lado por completo; por ejemplo, sandías y melones, en los lugares donde todavía están disponibles.
"Hemos vendido el 95% de la producción, pero seguimos vendiendo grandes volúmenes. También en Cerdeña, durante las horas más calurosas, se han alcanzado 32 °C, es decir, un tiempo estupendo para el consumo de sandías y melones", explica Salvatore Lotta, director comercial de la cooperativa sarda Agricola Campidanese. "Ha sido una campaña interesante que está a punto de terminar. A finales de agosto, el consumo disminuyó ligeramente. Hubo 3-4 días que los pedidos se redujeron debido al mal tiempo".
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"Después de la demora en los trasplantes y el frío de mediados de mayo, el calor abrasador llegó a Italia desde principios de junio en adelante, impulsando el consumo y la demanda de sandías y melones. Los volúmenes actuales no son comparables con las ventas a principios de agosto, pero son muy importantes para el período del año en el que nos encontramos".
"La llegada de esta última ola de calor nos permitirá vender los últimos lotes restantes. Tanto las sandías Gavina como Eleonora siguen teniendo una calidad extraordinaria y una demanda satisfactoria. Aunque algunas regiones ya han quitado las sandías y los melones de su surtido (Véneto, Lombardía, Trentino), continuamos el suministro de los demás mercados, especialmente en Lacio, Liguria, Toscana y Cerdeña".