En el programa “Onze Boerderij” (“Nuestra finca”), Yvon Jaspers, de la televisión pública holandesa NPO, visitó al productor de tomates Leo van der Lans. Los 30 millones de kilos de tomates suministrados por el productor cada año están destinados principalmente a la exportación. Pero en los supermercados holandeses también hay tomates españoles, y esto no le hace mucha gracia a Leo.
El productor está convencido de que la calidad del tomate holandés es mejor. "No tenemos miedo de participar en catas de tomates con cualquier país del mundo porque los mejores tomates son los de los Países Bajos". Leo resume: "Son de la más alta calidad, optimizamos el gasto de agua y empleamos el menor uso de productos fitosanitarios".
Según Leo, el problema radica en el hecho de que cada país utiliza estándares diferentes. "Suministramos a supermercados de toda Europa y, en realidad, queremos que las reglas de juego sean las mismas para todos". Y esas reglas son las más estrictas en los Países Bajos. "Holanda siempre quiere ser más papista que el papa. Es difícil competir así".
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