Cuesta imaginar un mundo sin bananas, pero son varios los retos que han puesto a la fruta en una posición precaria. Behind the Peel (Detrás de la Piel), una nueva campaña de Fairtrade Canada, analiza los costes ocultos y las amenazas medioambientales del sector bananero y las acciones que pueden emprender los consumidores.
Las bananas son la principal fruta de Canadá, con una representación del 20% de todas las importaciones de fruta fresca, pero un virulento hongo que destruye las plantas amenaza el suministro mundial. El Fusarium RT4, o mal de Panamá, ha sido detectado recientemente en dos explotaciones bananeras de Colombia. La enfermedad ha arrasado fincas y plantaciones en Asia y Australia durante décadas. Si se asienta en Latinoamérica, peligra hasta el 80% de las bananas de exportación del mundo.
Por su forma de obtención, todas las bananas son casi idénticas genéticamente. Las fincas industriales y muchos pequeños agricultores practican una forma de monocultivo hipervigilante que depende fuertemente de fertilizantes, pesticidas y otros insumos para maximizar la producción y minimizar las pérdidas. Esto las hace particularmente susceptibles a plagas y enfermedades como la RT4.
Los supermercados suelen utilizar las bananas como reclamo con unos precios artificialmente bajos para atraer a los consumidores. Ofrecer estos precios bajos a menudo conlleva externalizar los costes, que repercuten en eslabones inferiores de la cadena de suministro. Esta táctica provoca una cascada de consecuencias negativas para las personas y el medioambiente. Además, limita la cantidad de recursos disponibles para invertir en mejores prácticas que podrían limitar la propagación de enfermedades como la RT4.
Fairtrade ha llevado a cabo un estudio junto con True Price y Trucost para comparar los costes externos de la producción convencional con los de la producción de comercio justo. Los costes ocultos del sector bananero ascienden a una media de 6,70 dólares por caja (18,14 kg). Gran parte se debe a la externalización de los costes sociales, como salarios inadecuados, falta de seguridad social para los trabajadores e ingresos inadecuados para los pequeños agricultores. Los mayores costes medioambientales son el uso de la tierra, el agotamiento de los recursos hídricos y el cambio climático. Las bananas de comercio justo tienen unos costes externos medios de 3,65 dólares por caja, un 45% de media menos que el sector.
"Llevamos demasiado tiempo desproveyendo al extremo de nuestras cadenas de suministro y la aparición de la RT4 amenaza ahora no solo nuestro acceso a las bananas, sino también al medio de vida de millones de personas de toda América Latina", añade Francoeur.
El estudio concluye que el sector bananero puede mejorar de manera espectacular la sostenibilidad reduciendo los costes externos y la dependencia en una producción de monocultivo con uso intensivo de insumos. El Programa de Mejora de la Productividad, gestionado por la red de productores latinoamericana CLAC, de Fairtrade, ayuda a los agricultores a mejorar la salud del suelo para mantener la productividad, reducir los costes de insumos y gestionar el riesgo de plagas y enfermedades.
Las empresas también pueden aprender de las prácticas exigidas por los estándares de Fairtrade, como el pago de salarios y precios más justos, la inversión en programas para la comunidad, la creación de puestos de trabajo seguros y saludables, negociaciones transparentes y respeto de los derechos humanos.
La campaña Behind the Peel de Fairtrade Canada se lanzó el 23 de septiembre.
Más información: 
Fairtrade Canada
Tel.: +1 613 563 3351
Email: info@fairtrade.ca
www.behindthepeel.com
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