La producción de pera en Chile está experimentando números estables, pero se espera que los volúmenes disminuyan en los años siguientes debido a la falta de ganancias de la fruta de pepita, en comparación con otras frutas, específicamente las cerezas. Franco Rivera, gerente de ventas de Frutasol en Latinoamérica, dice: “En promedio, los productores pueden obtener precios mucho más altos para las cerezas que para las peras, precios que son entre cuatro y cinco veces más elevados. Por lo tanto, muchos productores están reduciendo sus volúmenes de peras y aumentando los de cerezas”.
Chile cosecha y exporta sus peras de enero/febrero a junio/julio, y esta próxima temporada espera volúmenes constantes: "Actualmente los árboles están en su etapa de floración, por lo que todavía no podemos hacer una estimación precisa de los volúmenes, pero probablemente habrá entre 20 y 30 contenedores llenos de Frutasol. Actualmente estamos entrando en la temporada de primavera, pero nuestro invierno ha sido muy seco y tuvimos muy pocas precipitaciones, lo que tendrá un impacto en el volumen y el tamaño de las frutas. Con suerte, las lluvias no llegarán tarde esta primavera, pues eso podría ser muy perjudicial para nuestra cosecha. También ha habido algunas masas de aire frío que podrían afectar negativamente a nuestras fincas. Nuestra empresa está trabajando duro para innovar y para poder seguir ofreciendo productos de calidad en medio de un clima cambiante”, explica Franco.
Frutasol se encuentra en la séptima región de Chile, en Curicó, que es una importante zona productora de peras. La empresa se centra principalmente en las manzanas, pero también tiene tres variedades de pera: Red Bartlett, Beurré Bosc y Summer Bartlett. La variedad Summer Bartlett se vende a productores de licores, pero la Red Bartlett y la Beurré Bosc se venden frescas. Franco expresa: "La Red Bartlett no tiene una vida útil muy larga, por lo que tenemos que procesarla y venderla justo después de la cosecha. Nuestros principales mercados para esa variedad están en España y Alemania, así como en algunos otros países europeos según el año, y en Ecuador también hay una buena demanda. La Beurré Bosc se vende principalmente a Estados Unidos, pero también a Latinoamérica. La temporada pasada, vimos una buena demanda de Bosc en EE. UU., pero dejaron de importarlas a mediados de nuestra temporada. Afortunadamente, pudimos encontrar compradores en Latinoamérica y pudimos vender el resto de nuestra oferta allí”.
La principal competencia de Chile para las peras proviene de Argentina. “Argentina produce volúmenes realmente altos y tiene muchas más variedades que Chile. Chile es más tradicional con sus variedades, produciendo las clásicas Forelle, Packham, Bartlett. Argentina tiene más variedades nuevas y los compradores están muy interesados en ellas. Cuando Argentina está en el mismo mercado que nosotros, nuestra oferta es insignificante, pues producen volúmenes muy altos”, explica Franco.
Aunque los volúmenes de pera están disminuyendo en Chile, Franco sigue siendo positivo sobre el futuro de las peras chilenas. “El mercado chino también se ha abierto para Chile este año y la inclusión de ese mercado será importante para los productores y exportadores a corto plazo. La situación puede cambiar los precios y los mercados actuales de nuestras peras, lo que hace que sea más atractivo para los productores mantener o incluso ampliar sus fincas. El mercado de peras en Chile solía ser mayor, pero el volumen anual ha disminuido últimamente. Es probable que esa tendencia continúe por algunos años más, pero eso estabilizará el mercado en Chile. Habrá menos producto disponible, por lo que la demanda y los precios subirán. En el futuro, tendremos volúmenes más bajos, pero mayores rendimientos para los productores, ayudando a sostener el mercado”, concluye Franco.
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