El final de la campaña de cosecha de patatas en la comarca orensana de la Limia se está dilatando en el tiempo debido a las continuas precipitaciones registradas en los últimos días, según destaca Amador Díaz, presidente de la agrupación de productores.
Todavía queda un importante número de hectáreas por recoger equivalente al 30% de la superficie total. Sin embargo, las patatas ya cosechadas hacen presagiar una campaña, según Díaz, "normal tirando a buena", que alcanzará unos 120 millones de kilos. El presidente de la asociación de productores no quiso hablar de precios, pero sí matizó que en otras zonas como Castilla la patata se vende más cara que en Galicia y defendió la calidad de la de origen limiana. En este sentido, algunos productores sí han especificado que el precio de salida ronda este año los 15 céntimos por kilo.
Por otra parte, los 70 productores amparados bajo la Indicación Xeográfica Protexida ya han terminado su cosecha, obteniendo 10 millones de kilos. Los principales destinos de su tubérculo están siendo las superficies comerciales y almacenes de la Comunidad de Madrid, Barcelona y supermercados de Galicia. Precisamente la IXP tendrá presencia con un stand en la Fruit Atraction de Madrid.
El "topillo", un nuevo enemigo
A nivel fitosanitario, tanto Budiño, como Díaz coincidieron a la hora de remarcar la buena calidad del tubérculo en esta campaña de 2019/2020. Sin embargo, la comarca de A Limia, tal y como ocurrió en Castilla y León, ha empezado este año a sufrir los daños del "topillo", un roedor que se alimenta de la patata y provoca que acabe siendo desechada.
La parte más negativa de este nuevo contratiempo es que no existe una solución a corto plazo. "No hay manera de atajarlo. En Castilla sabemos que lo que hacían era quemar los rastrojos y las lindes, pero no hay un sistema concreto. No vas a poner un raticida en una finca para que vengan pájaros y aves", explica Amador Díaz. Se estima que entre un 5% de cada parcela ha podido verse afectada por esta nueva plaga.
Fuente: laregion.es