"Se vislumbra un gran futuro para el comercio de la patata en Asia. Llevo 12 años viviendo allí y he visto cómo el espacio reservado a las patatas en los estantes de los supermercados aumentaba cada vez más", cuenta Romain Charpentier, que comercializa patatas francesas en el mercado asiático para Pom’Alliance. "Para nosotros, Asia es el nuevo mercado por excelencia, la demanda de patatas está en constante aumento".
Romain cuenta que la actividad de Pom’Alliance en Asia comenzó de forma lenta pero segura. "La patata es un producto con mucha competencia. Actualmente, exportamos a Hong Kong, Singapur, Malasia, Taiwán y Vietnam. Hong Kong, Singapur e Indonesia ya son grandes clientes. Esperamos que el mercado filipino también se abra a las patatas francesas".
Reapertura de las cuotas
Según Romain, Indonesia todavía tiene un enorme potencial. Hace poco, el Gobierno indonesio volvió a abrir las cuotas de importación para las patatas francesas. "Hay 250 millones de indonesios que comen cada vez más patatas, por lo que el Gobierno ha decidido reabrir las cuotas para responder a esta demanda". Siguiendo esta reapertura, Pom’Alliance ha vuelto a comenzar la prospección en Indonesia. "Buscamos importadores con los que podamos entablar relaciones fuertes".
En lo que respecta a las variedades que se exportan a Indonesia, la principal variedad será la Agata. "No es cara y se presta a diferentes modos de cocinado. Las variedades como la Gourmandine y la Chérie también tienen potencial, son patatas con pulpa firme que pueden cortarse, dorarse o cocinarse al vapor". Las patatas se venden en sacos de malla de un kilo para la gran distribución, pero también a granel. Entre otros, Pom’Alliance ofrece patatas en cajas (12,5 kg), en sacos de papel (15 kg) y en sacos de malla (25 kg).
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Romain Charpentier
Pom’Alliance
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