Las uvas de mesa italianas todavía parecen resistir en los mercados nacionales, después de ventas decepcionantes durante los últimos meses. La campaña actual, de hecho, no ha sido nada buena. La baja demanda debido a las temperaturas más bien elevadas en septiembre/octubre y los precios no tan rentables han marcado al año 2019 como uno de los peores para la comercialización de uvas para muchas pequeñas y medianas empresas productoras.
Para entender cómo se están desarrollando los últimos cortes, le preguntamos a Antonio Cantatore, un productor de la provincia de Bari: "En los últimos 20 días, ha habido una ligera recuperación, pero en términos de precios la situación no parece haber despegado. Los precios han aumentado en aproximadamente 0,20 €/kg respecto a los valores que se registraron hace unas semanas, pero los productores, precisamente porque estamos a finales de noviembre, esperan obtener un beneficio extra. El precio en origen promedio varía entre 0,75 y 0,85 €/kg, mientras que en los mercados el precio se encuentra entre 1,40 y 1,70 €/kg, que de todas formas son valores bastante más bajos que el año pasado".
"Nosotros terminamos la cosecha esta semana. Las uvas más comercializadas en este período son las variedades Italia y Black Pearl. Para mantener el producto en la vid durante el mayor tiempo posible, los productores recurren a algunos tratamientos para evitar la aparición de botritis, elaborados con materiales naturales como extractos cítricos, arcilla, etc.".
"En general, las últimas uvas podrían recolectarse en la primera mitad de diciembre. Los productores no parecen muy satisfechos y la mayoría de las uvas ya se han vendido. La oferta es limitada, pero al mismo tiempo los precios no son muy emocionantes. Esta es una de las razones por las que muchos lotes se venderán en el mercado libre. Los productores esperan hasta el último momento para poder vender el producto a precios más convenientes".