La temporada española de exportación de patatas realmente no comienza hasta mediados de febrero. A pesar de esto, ya se espera con ansias el próximo año, según confiesa Jan Preiss, de la compañía homónima de la región alemana de Baja Sajonia. "Antes de ese momento, solo estarán disponibles pequeñas cantidades de Chipre para el comercio de Navidad".
La importación de patatas para el comercio retail europeo generalmente comienza a mediados de febrero con productos principalmente de Egipto y, en menor medida, también de Marruecos. Israel seguirá a finales de marzo y España será el proveedor más importante desde principios de mayo, de acuerdo con Jan. "La cosecha de patatas en Europa en 2019 estuvo dentro de la media, lo que significa que la demanda de productos importados probablemente será menor en 2020. El calor, la sequía y la consiguiente cosecha extremadamente pequeña de 2018 provocaron una situación extraordinaria en el mercado europeo en la primera mitad de 2019". El sector de importación es optimista, aunque con cautela, ya que también este año hubo problemas meteorológicos en algunos lugares: "Además, todavía no podemos estimar la calidad de almacenamiento de la cosecha nacional, aunque seguramente no será tan buena como en un año de crecimiento vegetativo estable".
Jan sabe que todo lo demás aún no se puede predecir: "El comercio retail toma muchas decisiones espontáneamente y, por lo tanto, no podemos trabajar con acuerdos fijos sobre cantidades. Tenemos que orientarnos al comercio diario. En cuanto a suministros, siempre nos preparamos para poder cumplir con una amplia demanda".
Esta incertidumbre sobre el mercado se repite todos los años, pero la temporada de importación 2019 ha sido una excepción. "Estaba claro que iba a haber muy pocos productos en Europa y que la importación sería necesaria. Pero nosotros también nos regimos por las demandas habituales de nuestros clientes fijos y, por lo tanto, trabajamos con volúmenes más o menos determinados”.
Exportación de cebollas a Asia
El mercado de la cebolla es particularmente llamativo, de acuerdo con Jan. "Actualmente hay una gran demanda de cebollas europeas por parte de la India, Bangladés y Sri Lanka. Estos últimos dos países cubrían tradicionalmente su demanda de cebollas con productos de la India, pero para mantener bajos los precios internos, actualmente hay restricciones a la exportación india. Como resultado, existe una gran necesidad de productos de Egipto y los Países Bajos en la región asiática. Esa es una situación de mercado interesante que no se ve todos los días".
Como las alternativas solo son productos defectuosos y la demanda es relativamente alta, los precios están subiendo rápidamente, según el comerciante. "Los costes logísticos del suministro a India, Bangladés o Sri Lanka son, por supuesto, muy altos. La pregunta es por cuánto tiempo podrán estos países pagar los altos precios de las cebollas importadas. Tampoco está garantizada la disponibilidad de contenedores. Pero hasta entonces la situación es, por supuesto, favorable para los exportadores europeos".
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Jan Preiss
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