La temporada de la alcachofa sarda está siendo bastante pesada. Comenzó con el retraso de la producción por temperaturas demasiado altas y ahora la lluvia continua está bloqueando el desarrollo de las plantas.
"En lo que a nosotros respecta, la temporada no es nada fácil. La lluvia continua causa daños a nuestras alcachofas, bloqueando su desarrollo y, por lo tanto, la producción de cabezas. Casi seguro a corto plazo habrá problemas fúngicos", dice Francesco Porcina, presidente de la Cooperativa Sulcis Agricola di Masainas del sur de Cerdeña.
"La situación es bastante dramática: hay zonas donde los campos están sumergidos en agua. Hubo una tregua la semana pasada, pero durante el fin de semana ha llovido de nuevo. Estamos preocupados. Estábamos listos para la recolección pero el mal tiempo lo ha impedido todo. A decir verdad, ha estado lloviendo durante casi 30 días y las plantas están bajo estrés. Con este tiempo pueden producirse brotes de Bremia, mildiu y oídio. Esperamos una disminución de las temperaturas, pero las lluvias seguirán por encima de la media", confirma Paolo Mele, de la organización de productores Sa Marigosa.
Alcachofas Tema
"La temporada de la alcachofa Spinoso de Cerdeña DOP se ha retrasado mucho. Las lluvias continuas han inundado los campos, muchos cultivos se han dañado y las plantas luchan por seguir produciendo”, confirma Giovanni Pes, de la Cooperativa Valle del Coghinas. “Nuestro valle está dividido en dos zonas. En la más meridional hacia el río, donde los suelos son más pesados y arcillosos, hay un mayor estancamiento de agua y los cultivos están muy dañados. En el área con una altura al menos de dos metros sobre el nivel del mar, los campos no muestran muchos problemas pero la producción va muy lenta".
"Por el momento, solo el 1-2% del producto cosechado es de la variedad Tema. El pico de producción de Spinoso se producirá a mediados de enero, con más de dos meses de retraso, aunque la campaña debería comenzar a mediados de diciembre. Será una temporada muy corta para la alcachofa, de solo dos o tres meses frente a los seis que dura normalmente. Se prevé una remuneración más baja para los productores", concluye Pes.